Si estás aquí es que has visto la portada. Y, como todos, te estarás preguntado de qué va esto. Pues bien, esta no es una novela de fantasía, aunque tampoco es una novela realista. Podríamos calificarla de mágica, pero en sus páginas no encontrarás varitas ni hechizos.

Más o menos yo cuenta la historia de un adolescente, una masía y el primer amor. Pero esta no es una historia de amor. Es un relato de secretos familiares, recuerdos y proyectos de futuro. También es una novela de fantasmas, pero no es un libro de terror. A menos que te dé miedo vivir. Entonces, ¿de qué va esta novela?

Marc, el joven protagonista, narra su vida con un estilo propio. Con él descubriremos quién es Raquel, cómo murió Oriol o qué hemos de hacer cuando un jabalí irrumpe en nuestro camino. La muerte y la vida juegan su gran partida de ajedrez en este relato del que no debe decirse nada más, excepto una cosa: léelo.

Con un realismo mágico que recuerda a la película Todos están muertos, de Beatriz Sanchís, o a la obra novelística de Isabel Allende, Miquel Duran firma su primera novela, de corte simbolista, que tiene una de las grandes virtudes de los buenos libros: hablar de muchísimas cosas y extender una amplia constelación de ideas en muy pocas páginas. Porque a veces no son necesarios cientos de capítulos para crear una novela innovadora y que marque al lector.

En sus menos de doscientas páginas, el escritor catalán compone un relato medido en el que encontramos un amplio uso de la metáfora. Más o menos yo es un libro para leer entre líneas y para reflexionar con la prosa de este jovencísimo autor que ha enamorado a la crítica y a los lectores. Y es que no es para menos: su debut literario es una de las novelas más excepcionales del panorama juvenil.

A veces, analizar nuestra vida es más complicado que montar un mueble de IKEA. Esto es lo que nos señala ya desde la portada Más o menos yo. O quizá no.

Porque este no es un libro normal. Esta no es una novela que te vaya a mascar cada frase, sino que te va a desconcertar, fruncir el ceño, darle muchas, muchas vueltas y plantearte cientos de preguntas. Cuando la termines, escríbeme y las compartimos con un café. Porque lo que logra esta novela es precisamente eso: que cada uno saque sus propias conclusiones, que compare la vida del protagonista con la suya propia. Que, en definitiva, cada lector vea en las palabras de esta obra una realidad diferente. ¿Cuál es la tuya?