En la Ceuta medieval, Rawiya y su madre sobreviven a duras penas tras la muerte de su padre. Al cumplir los dieciséis años, la joven decide marcharse de casa en busca de fortuna. El destino cruza su camino con el de al-Idrisi, un reputado cartógrafo. Para poder ser su aprendiz, Rawiya finge ser un muchacho y se embarca con él en una travesía que la llevará por toda la costa del Mediterráneo oriental. La aventura cambiará su vida para siempre.
Nour conoce la historia de Rawiya desde niña, pues su padre se la contaba antes de dormir. Pero desde que su padre murió no ha habido mucho tiempo para historias. Su madre decidió dejar Manhattan y volver a Siria, su país natal. La niña, que no ha conocido otra vida que la estadounidense, se enfrenta a un país roto pero en el que crear un nuevo hogar. Hasta que una bomba destruye su casa y comienzan una odisea muy similar a la de Rawiya, pero en circunstancias totalmente distintas.
Un mapa de sal y estrellas narra de forma paralela los viajes de ambas. Los puntos en común y las diferencias le sirven al autor para amenizar el ritmo de un relato pausado y sin mucha acción, pero que encuentra en su ambientación y sus reflexiones sus principales pilares. El drama de los refugiados se refleja con exactitud y con una perspectiva distinta: Zeyn no cae en simplificar el relato por estar narrado desde los ojos de una niña, ni tampoco lo infantiliza. Hay escenas muy duras, pero jamás desagradables o morbosas.
Además, la evolución de Nour está muy conseguida: a lo largo de la novela se aprecia, tanto en sus monólogos internos como en las conversaciones, su viaje desde la niñez a la primera adolescencia. La principal pega es el uso reiterativo de la sinestesia: la protagonista padece dicha característica y el autor lo explota en demasía para sus largas descripciones. Tampoco hubiera estado de más un mapa de la zona donde se desarrolla la historia, pues los nombres geográficos son muy concretos y el lector puede llegar a perderse.
Zeyn Joukhadar ha firmado un debut de gran calidad, ambientado en una zona culturalmente poco explorada en la literatura juvenil, y que además es parte del movimiento Own Voices. Si te interesa la narrativa de refugiados y buscas tanto calidad literaria como sensibilidad, Un mapa de sal y estrellas es la novela que estás buscando