¿Qué fue de Jimi? En los noventa estuvo en lo más alto. Su grupo de rock, Samarkanda, llenó estadios durante años. Tocaron con los más grandes, hicieron giras, tuvieron fans que los siguieron a todas partes. Pero había cada vez más grupos nuevos, y el público fue olvidándose de ellos. Después llegaron las drogas, la cárcel, la enfermedad, y Jimi se convirtió en un recuerdo de vinilo cubierto de polvo en la estantería.
Un escritor, seguidor acérrimo de Jimi y Samarkanda, le encuentra en la pequeña tienda de discos que montó (que está a punto de cerrar) y decide escribir su historia: el ascenso y caída de la fama, el precio de la misma y el amor que le dio una segunda oportunidad y le permitió formar una familia.
Maneras de vivir ha recibido este año el XXVIII Premio Edebé de Literatura Juvenil, un galardón que el autor, Luis Leante, ya obtuvo en 2016 con la obra Huye sin mirar atrás. La novela, como se adivina desde su título, a imitación de la famosa canción del grupo Leño, es un auténtico homenaje al rock de los años ochenta y noventa. De hecho, cada capítulo, centrado alternativamente en los cuatro personajes principales —Jimi, su mujer Rosa y sus dos hijos adolescentes, Manu y Luna—, lleva por título un verso de la canción.
Uno de los aspectos más llamativos es el juego entre ficción y realidad que el autor construye con un narrador que funciona como su alter ego, creando una novela dentro de otra. Las preguntas y comentarios del escritor guían la historia, escrita casi como un reportaje y llena de diálogo y acción. Sin embargo, en el esfuerzo de hacer dinámica la narración se echa de menos algo de profundidad, especialmente en los personajes adolescentes, que quedan algo desdibujados en comparación con los adultos, mucho más desarrollados y naturales. De igual manera, el efecto nostalgia que se pretende tal vez no resulte tan efectivo entre un público juvenil, ya más alejado de esa época.
Aunque la novela toca temas tan importantes como la adicción, el amor y la redención, Maneras de vivir es, por encima de todo, un canto de amor a la música y a los lazos indestructibles que es capaz de crear.