¡Cuidado! Esta reseña contiene spoilers de los libros anteriores.

Evangeline Fox ha perdido la memoria. Cuando se despierta en la lujosa habitación de un palacio, junto a un príncipe amable y hermoso que dice ser su marido, piensa que debe de haberse perdido en un cuento de hadas. ¿Ella, casada con el príncipe Apollo? ¿Cómo ha llegado allí? Y, lo más importante, ¿qué es lo que no cuadra en esa historia tan… perfecta?

Su instinto le dice que debe recordar algo de vital importancia. Por ejemplo, cómo Jacks, tras haber conseguido por fin abrir el Arco Valory, usó su poder para devolver a Evangeline a la vida tras haber sido asesinada por Castor. O que, precisamente antes de morir, se dirigía hacia Jacks para decirle que lo amaba. O quizás que fue Apollo quien le arrebató los recuerdos para asegurarse que Evangeline fuese suya para siempre.

Ahora, Apollo ha jurado venganza contra el supuesto malhechor que le robó la memoria a su esposa: Jacks, el Príncipe de Corazones. Su rostro adorna miles de carteles de «SE BUSCA» esparcidos por el Glorioso Norte. Pero el codicioso y desesperado Apollo se enfrenta a un Destino todavía más astuto. Ambos desean a Evangeline a su manera, pero, esta vez, algo más que el corazón de su amada está en juego.

En la tercera parte de la trilogía que comenzó con Érase una vez un corazón roto, Stephanie Garber innova y añade los puntos de vista de Apollo y Jacks a aquel de Evangeline, lo cual es todo un acierto, pues ayuda a conocer los motivos y las verdaderas intenciones de estos dos personajes que tan contradictorias parecían en los dos tomos anteriores de la trilogía.

La maldición del amor verdadero une los cabos sueltos de la trilogía, como la verdadera historia de los Valor y el pasado de Jacks; también explora algunos de los muchos rincones del Glorioso Norte que quedan por descubrir, como por ejemplo, el Bosque Maldito y el misterioso Árbol de las Ánimas. Mientras Evangeline lucha por recuperar la memoria y abrirse camino en una corte llena de engaños y traiciones, Jacks intenta pararle los pies a un Apollo que sueña con el honor, el amor de su pueblo e, incluso, la inmortalidad.

Este último acto en la trilogía aclamada por miles de lectores en todo el mundo está a la altura de las expectativas. Si bien en algunos momentos peca de un exceso de giros argumentales, la novela nos ha mantenido enganchados y deseosos de llegar al desenlace de esta historia donde la magia y el romance predominan. Ahora es tu turno de descubrir si Evangeline obtendrá el «felices para siempre» que siempre ha soñado.