¡Vuelve Maite Carranza!

Por si no fuera suficiente reclamo para que fuerais corriendo a vuestra librería más cercana y empezar a devorar su nuevo libro os daremos las claves para que ese resquicio de duda quede disipado.

Como ya nos adelantó en la entrevista que nos concedió en el tercer número de nuestra revista, Maite ha preparado un proyecto ambicioso fusionando géneros... y de paso mundos. Si alguien creía que el humor y la fantasía del folklore popular no podían ir de la mano o que las hadas y los ordenadores eran incompatibles me temo que se equivocaba. ¡Ja de Jabugo!, pensaréis muchos de vosotros, pero es cierto. Y si seguís sin creernos, echad un vistazo a la historia:

El verano no pinta nada bien para Marina, nuestra protagonista. Ha suspendido esa extraña ciencia creada por los adultos para amargar a todos los jóvenes que se conoce como matemáticas. Bueno a todos no. Porque algunos, como su perfectísima hermana Ángela, no sólo las entienden sino que sacan sobresalientes con ellas. Pero ¿qué se podía esperar de Ángela-perfecta-para-todo? Sabe tocar el violín, habla varios idiomas y está como un tren; todos la adoran, saca buenas notas y los chicos caen a sus pies. Desde luego quien hiciera el reparto de genes en la familia, en opinión de Marina, le debía una buena explicación.

Todo parece dar un vuelco en la historia cuando su rubia hermana cae bajo una extraña enfermedad y a Marina le son revelados los mágicos mundos de las hadas madrinas. ¡Ahora todo tiene sentido! ¡Por eso Ángela era tan perfecta, tenía un hada madrina para ella sola! Ahora que conoce el secreto del éxito de su hermana Marina tendrá que cumplir una misión en Irlanda para librarla de su extraña enfermedad mientras se hace pasar por ella. Vaya, qué fastidio, ¿un viaje a Dublín, a estar rodeada de amigos molones, haciéndose pasar por una rubia enrollada y con la posibilidad de estar colgada de Patrick, el novio buenorro de su hermana, todo el día? ¡No se lo perdería por nada del mundo!

Lo que pasa es que, en el mundo de las hadas, como en el de los humanos, nunca sale todo como planeamos. Y menos cuando en la ecuación (y de paso en el viaje) metemos a C.C., un friki enganchado a los ordenadores y los juegos de rol on-line, Antaviana, una enana metomeentodo que no hace más que mentir y Luci, una apocada empollona que, aunque esto es una historia de magia, no es mucho más de lo que parece.

Prepárate para desternillarte con las aventuras de este peculiar cuadro de personajes que son dirigidos con buena mano por la autora a lo largo de todo el relato en el que asistirás a la resolución de más de un misterio y a la creación de más de cien líos diferentes. No te lo pierdas, hay más magia en la risa de la que parece.