En las tribus del desierto, la riqueza se mide en camellos y en cabezas de ganado. La familia de Mid-e-Mid solo puede permitirse una burra, pero él es rico en su interior. Tiene un objetivo: vengar a su padre, y un don: componer canciones. A pesar de que solo tiene catorce años, no hay un tamaschek que cree tan bellas canciones, y por eso todos lo conocen y lo aprecian.

Un día canta en la tienda de un marabú, un hombre sabio. Allí conoce a Luna Roja, el hijo del príncipe de los tamaschek, que está allí como aprendiz, y a Tiempo Cálido, que es hija del marabú. Luna Roja pronto volverá con su padre y el sabio ofrece a Mid-e-Mid la posibilidad de ser su aprendiz. Él acepta, en parte por la gran oportunidad que supone para él y en parte porque se ha enamorado de Tiempo Cálido, pero el destino les tiene preparado un futuro muy diferente. Abú Bakr, el bandido más poderoso de esas tierras, ataca el campamento, hiere a Luna Roja y se lleva a Mid-e-Mid.

Estos acontecimientos son solo el inicio de Luna Roja y Tiempo Cálido. A partir de ahí el libro se divide en dos: una parte sigue a Abú Bakr y Mid-e-Mid, y otra a Luna Roja, que luchará por ganarse el respeto de su pueblo y ser un buen líder.

Herbert Kaufmann conoce muy bien a los tamaschek (los que nosotros llamamos tuareg) y nos acerca sus interesantes costumbres, tan distintas a las nuestras. El libro es de 1957, momento en el que transcurre la acción, de modo que es como una ventana a otra cultura y otra época. Engancha de principio a fin gracias a que tiene mucho argumento y una bonita historia de amor.

Siéntate en torno al fuego y disfruta de las canciones de Mid-e-Mid, que pronto la voluntad de los poderosos y las fuerzas de la naturaleza te alejarán de la paz de nuestra tienda.