El verano en el que la familia de Claudia se cambia de casa, su vida es un caos total. Todo empieza con la visita de su tío Fede, un científico que está trabajando en el extranjero. Fede ha hecho un descubrimiento maravilloso, algo que podría cambiar el curso de la humanidad, pero cada vez que intenta contarles la historia a Claudia y a su madre, algo los interrumpe. El pintor sin papeles, el vecino cascarrabias, los mendigos que viven en la casa abandonada de enfrente, la guiri que se ha perdido y la amiga maruja de su madre son algunos de los personajes que van complicando la vida de Claudia y de su familia hasta que ella sólo ve una solución: tendrán que usar el limpiagafas cuántico.
Fernanda Krahn-Uribe nos sorprende con esta novela gráfica tan divertida, en la que las ilustraciones llenan de ironía y de humor el texto. Desde un punto de vista sincero y bienintencionado, Claudia nos va describiendo a su familia y al resto de personajes, a los que podemos imaginar con facilidad llenando las playas del pueblecito catalán en el que transcurre la acción.
La inocencia y la personalidad de Claudia, un poco callada y muy observadora, nos permite conocer muy bien a todos los personajes, de modo que uno tiene la sensación de saber no sólo lo que piensa Claudia de ellos, sino también cómo se ven los unos a los otros. El libro resulta divertido no sólo por los comentarios que la protagonista hace de cada situación, sino también por su realismo, que hace que uno se vea reflejado en algunas de estas escenas tan propias del verano español.
El limpiagafas cuántico es una novela original y divertida, una comedia de enredo al estilo de las del siglo de oro español ambientada en el caos de la vida moderna. Un libro para pasar un buen rato y reírnos de nosotros mismos.