Cuenta la historia que si cruzas el patio trasero en una noche de luna clara y te encuentras con el pozo de la puerta de hierro, al usar la llave y bajar por el pozo, llegarás al mundo del Abuelo Roble.

El Abuelo Roble ha vivido más tiempo que todos nosotros juntos. Es el más grande de todos los árboles que hayan existido jamás. Conoce todas las lenguas humanas, las de los árboles y las de los que no lo son. El Abuelo Roble lo sabe todo: dentro de él esconde miles de historias y cientos de secretos. Guarda en su tronco las puertas a diversos mundos y tiene varias cámaras en las que viven sus habitantes. En las noches sin luna levanta sus raíces del suelo y camina hasta encontrar un nuevo lugar en el que quedarse. Todo eso dicen del Abuelo Roble... y más.

Tavo y Maya están a punto de descubrirlo. Su abuelo Drus es un viejo amigo del Roble y ahora es el turno de sus jóvenes nietos de adentrarse en su mundo y vivir cientos de aventuras, donde conocerán al oso Humbertus, al Niño Yogur, a la Niña Vainilla, al cazador de dragones, a la señorita Dickinson y muchos más.

J. L. Badal rinde homenaje a la literatura con Los libros de A. Al abrir las páginas de esta novela te encontrarás, lector, con un mundo en el que las historias más pequeñas están conectadas con las más grandes, y puedes descubrir a su vez otras dentro de las anteriores, en una sucesión que forma un mundo tan amplio como el que aquí se nos presenta.

Sin duda, lo mejor de este libro ha sido conocer a unos personajes tan variopintos como los que el autor ha creado, o tomado de historias conocidas para hacerlos suyos. Cada personaje está perfilado al detalle y tiene su propio relato detrás, cada cual más original y más entretenido.

Es cierto que la novela carece de un rumbo central, de algo que guíe al lector y le invite a continuar, de manera que lo que priman son las pequeñas historias y sus protagonistas, no tanto como una trama central que las una. Con sus casi seiscientas páginas, el lector empezará esta historia listo para sumergirse en un mundo que evoca los cuentos que nos contaban nuestros padres y abuelos, y que nos hará sentirnos niños una vez más.

¿Y tú? ¿Estás preparado para sumergirte en el mundo del Abuelo Roble?