Enuí no es más que la hija de un molinero, pero un día recibe una carta que cambiará su vida para siempre. El mensajero que se la lleva sólo tiene tiempo de decir que es “para su alteza” antes de morir asesinado por los soldados de la Compañía de la Flecha Negra. El padre de Enuí corre la misma suerte, pero ella logra escapar y llegar a casa de Vitero, su maestro.
La Compañía de la Flecha Negra la busca, así que decide huir a los reinos del Norte, donde sin duda estará el príncipe a quien va dirigido el mensaje, aunque no sabe quién es ni dónde se oculta. Siguiendo el consejo de Vitero, no lee el contenido de la carta: ya se está implicando demasiado en este asunto que sólo atañe a las altas esferas y quiere poder olvidarlo en cuanto entregue la misiva. Acompañada por Suroma, un niño de nueve años que es como un hermano pequeño para ella, recorrerá ciudades y desiertos, encontrándose con el más variopinto grupo de personajes que le irán contando sus historias, completando poco a poco el rompecabezas que concierne al mensaje y al misterio de June Vagsto.
Beatriz Lerma se estrena como escritora con esta novela, ganadora del premio As de picas 2010. La historia se sitúa en un mundo medieval inventado aunque sin magia, que muestra su complejidad al lector a medida que Enuí lo recorre. Si bien la novela empieza con mucha acción, pierde ritmo a las pocas páginas y luego tarda en volver a arrancar. La autora ha hecho un gran esfuerzo de ambientación: abundan las descripciones y todas las comparaciones y expresiones que utilizan los personajes hacen referencia a esa época medieval en la que viven, pero las frecuentes digresiones a menudo frenan la acción.
June Vagsto tiene cierta influencia de Tolkien (hijos que tienen nombres parecidos a sus padres, personajes secundarios que aparecen de pronto haciendo que el narrador deje la trama principal y nos relate su historia…) lo cual conlleva un inconveniente y una ventaja: el ritmo de la novela es más pausado de lo habitual hoy día, pero todos los personajes, principales y secundarios, tienen profundidad, y aparecen y desaparecen de un modo inesperado haciendo que, cosas que no aparentaban ser importantes al principio, adquieran todo su sentido al final. A partir de la página cien, aproximadamente, uno se acostumbra al ritmo de June Vagsto, y es justo en ese momento cuando la novela entra en harina y empiezan a ocurrir cosas. Un acontecimiento enlaza con el siguiente y hacia la mitad del libro nos damos cuenta de que la historia es mucho más compleja de lo que parecía.
En definitiva, June Vagsto. Viaje a los reinos del Norte es un libro que sorprende por la calidad de su escritura, apropiado para los primeros lectores de juvenil, y que gustará a todos aquellos que piensan que, cuanto más gordo es un libro, mejor.