A pesar de ser tan solo una niña, Jack Mullet es pirata, eso lo tiene muy claro. No en vano es hija de John Mullet y James de los Siete Mares, dos de los piratas más feroces que han surcado las aguas del Caribe.
Pero esos días quedaron atrás, y ahora viven retirados en isla Cangrejo, donde llevan una vida apacible junto a su hija en las ruinas del velero que una vez fue su embarcación. Aunque ya no puedan salir de allí, en isla Cangrejo tienen todo lo que necesitan, y no están solos: una tribu isleña habita en «el pueblo», de donde es su amiga Helecho, y bajo las aguas viven sirenas como Kraken, el mejor amigo de Jack. Claro que no todos sus amigos «viven», precisamente. También está Oliver, un fantasma fallecido en un trágico naufragio que ahora es uno más de los habitantes de la isla.
Y si todo esto suena a paraíso idílico es porque aún no hemos mencionado el volcán, una gigantesca montaña de roca que se erige amenazante sobre la isla y que, el día menos esperado, emite un rugido atronador que hace desaparecer a los padres de Jack. Así como lo oyes.
A la joven e intrépida pirata no le quedará otra opción que tomar las riendas de la aventura y emprender, junto a Kraken, Helecho y Oliver, un peligroso viaje en busca de sus padres. ¡Solo a la altura de los más valientes piratas!
Con el sello de calidad del Premio El Barco de Vapor 2022, Cristina Fernández Valls firma una ópera prima que sorprende por la frescura y sentido del humor con el que empapa una aventura llena de fantasía. Entre incidentes y peripecias es posible perderle el pulso a una trama que, quizá con demasiada frecuencia o durante demasiado tiempo, se desvía de su rumbo original. Pero aunque en ocasiones nos pierda en las distancias cortas, resulta fácil pasarlo por alto al observar la novela en su conjunto.
Si el jurado destacaba en el fallo su «novedoso discurso sobre el género», nosotros insistimos en el cariño volcado en la representación de la familia; una constante en el catálogo infantil de SM que en esta ocasión adquiere especial protagonismo por las múltiples formas que adopta, no siempre de la manera más evidente. La de Jack es una familia diferente, pero a lo largo de su aventura será ella misma la que descubra todas las caras de los cuidados a través de sus amigos y de las criaturas que encontrará por el camino.
Las ilustraciones de David Sierra, que inundan las páginas de color y se camuflan tras el texto, terminan de redondear una propuesta solo apta para los piratas más valientes de los Siete Mares. Con ella, Fernández Valls pone la primera piedra en el que, auguramos, será un largo y prometedor camino en la literatura infantil.