Joey Harker no es un adolescente normal. Sí, va al instituto, le gusta una compañera de clase e intenta evitar los abusos del matón del curso; de acuerdo, vive con sus padres y sus hermanos, hace vida familiar y de vez en cuando se divierte con los amigos. Pero es que los chicos normales de su edad no Caminan entre realidades. Puede sonar muy emocionante pero, para Joey, enterarse de esto también ha sido una sorpresa y hacerlo en medio de un examen de educación cívica y mientras intenta impresionar a la chica que le gusta… digamos que no es el mejor momento. Pero las cosas son así. Y quieras que no, la posibilidad de Caminar entre dimensiones te abre todo un mundo de posibilidades. Mejor dicho: te abre varios mundos.

Trata de imaginar lo siguiente: cada vez que alguien en el mundo toma una decisión importante la realidad se desgaja y se crean tantas dimensiones como opciones se pudiesen tomar con esa decisión. Esto sucede en cada uno de esos mundos por lo que, evidentemente, la producción de realidades es infinita y está en constante aumento. Todas ellas, en cualquier caso, están polarizadas entre los dos extremos de un amplísimo abanico en cuyos finales encontraremos magia o ciencia absolutas. Representando los mundos mágicos se encuentra Maldecimal, mientras que en Lo Binario radica todo aquello que procede de un desarrollo tecnológico. El objetivo de los habitantes de estos polos opuestos es, cómo no, conquistar todos los mundos y subyugarlos a su forma de vida, sea esta mágica o tecnológica. Afortunadamente, en cada uno de estos mundos suele nacer un Caminante, una persona con la capacidad de atravesar el velo entre las diferentes realidades. Esta persona, al revelarse sus poderes, es una mercancía muy valiosa para las facciones en guerra, pues les permite a ellos mismos viajar entre los diferentes planos. Pero es posible que el Caminante en cuestión tenga suerte y caiga en manos del tercer grupo en discordia: los habitantes de Interworld. Aquellos que se encargan de que el equilibrio entre magia y ciencia siga intacto. ¿Será esta la suerte de Joel Harper?

Gaiman y Reaves empezaron escribiendo esta historia como un guión, y la verdad es que se nota. El mundo creado, aunque no original, es apasionante, resulta plausible y abre un sinfín de posibilidades de aventura a cada cual más interesante que la anterior. El hecho de que la historia que decidiesen abordar finalmente los autores al convertir su idea en novela no fuese precisamente la más interesante, bueno... es algo decepcionante. Como comentamos, el libro es muy interesante, está fantásticamente bien escrito y queda bien explicada la teoría de multiversos; el problema es que la historia de Joey explota muy poco toda esa ambientación que los autores crean previamente para el personaje. En el libro encontrarás acción a raudales e interesantes teorías, pero nada de personajes profundos ni tramas trabajadas. En cualquier caso, recomendamos su lectura porque estamos convencidos de que hará que tu imaginación viaje por un sinfín de mundos posibles... además de que, como seguramente sabrás, siempre es un placer leer a Neil Gaiman.

Atrévete a descubrir el secreto de Interworld Caminando entre sus páginas.