Un niño, un gato y un ratón son los protagonistas de este libro infantil de Luis Sepúlveda. Mix es el gato de Max, pero Max no es su dueño: tienen una relación de amistad. Han crecido juntos, Max ha ido al colegio y al instituto, y Mix ha aprendido a subir a los árboles y pasearse por los tejados. Y también cómo bajar de los árboles sin que Max tenga que llamar a los bomberos.
Cuando Max se independiza para estudiar, Mix se va a vivir con él a su piso. Max pone una escalera en la ventana del baño que da al tejado para que Mix pueda salir a pasear mientras él va a clases fuera de casa. Desde el tejado, Mix ve los coches, la gente, los árboles, los pájaros y la lluvia. Max pasa inviernos y primaveras estudiando, leyendo, y Mix observando por la ventana, cerca del radiador. Los dos se van haciendo mayores, y Mix se queda ciego.
Desde ese momento, la casa siempre está ordenada, nada fuera de su sitio para que Mix no tropiece. El gato empieza a afinar su oído, a escuchar con detalle las conversaciones de los vecinos, el ruido de la calle, el graznido y piar de los pájaros. Un día, un ratón mexicano que se ha escapado de casa del vecino entra en casa de Mix y Max en busca de comida. Es un ratón hablador, simpático y cobarde que se ganará la amistad de Mix. A partir de entonces, el ratón Mex y el gato Mix subirán al tejado y allí Mex le describirá al ciego Mix qué pasa en la calle, cómo vuelan los pájaros o si los árboles empiezan a perder sus hojas.
Esta novela breve de no más de setenta páginas, de Luis Sepúlveda, es una historia sobre la amistad entre animales siempre enfrentados y entre humanos y animales, y sobre el cariño y el respeto frente a la posesión. También hay que destacar las ilustraciones de Noemí Villamuza, en negro y rojo sobre fondo blanco. Dibujos sencillos, donde Mix, Max y Mex son los protagonistas.
A lo largo de la historia, mientras el autor nos cuenta las aventuras de los tres amigos, va redactando un decálogo de la amistad con frases como «Los amigos comprenden las limitaciones del otro y le ayudan» o «Los amigos de verdad comparten los sueños y las esperanzas».