Oleg y Emma tienen claro que cualquier grupo de amigos debe estar formado por tres componentes. Por eso, cuando su amiga del alma se muda, estos dos niños empiezan a inventarse un tercer amigo: Sebastian Cole. Cuando en la escuela les piden escribir una redacción sobre el fin de semana anterior, los dos niños entregan uno a su nombre: que si viajó a Australia y China, que si su familia era absurdamente rica porque su bisabuelo había inventado el rallador de queso, que si había salvado a su madre de un ataque de serpiente, aporréandola con una baguette…

 

Hasta aquí, todo podría parecer normal para unos niños de primaria…. Hasta que un día, un niño montado en una nave espacial aparece en la guarida secreta de los dos amigos: Sebastian Cole. A partir de entonces, no dejan de suceder cosas de lo más inverosímiles: ejércitos de muñecos de nieve (¿o deberíamos decir «muñecas»?) se pasean libremente por la ciudad, furgones negros intentan raptar a Sebastian… 

 

Esta es la primera incursión en la literatura infantil de Ben Brooks, que ya se había hecho un hueco entre los lectores adultos con las novelas Crezco, Lolito y Hurra e, incluso, con el poemario Dasha. Un poema de amor. A pesar de ser un libro infantil, se tratan temas de suma importancia, como la salud mental, los problemas financieros, la amistad y el acoso escolar; pero, por encima de todo, el miedo que tienen Oleg y Emma a crecer. Es una historia completamente surrealista, pero Brooks dota de sentido a todo aquello que no lo tiene, gracias a la mágica presencia de Sebastian Cole.

 

En definitiva, La historia imposible de Sebastian Cole es un libro mágico y lleno de mensajes valiosos para pequeños y mayores. Si quieres conocerlo, date prisa, que está arreglando su nave para irse…