Zaragoza, año del Señor 1493. La Iglesia se encuentra en su momento álgido de poder y el temor provocado por la Inquisición se extiende por toda la ciudad. Pedro de Ortuña, señor de la baronía de Alfajarín, se encuentra en su residencia esperando a que las fuerzas del Santo Oficio le apresen y le acusen injustamente de herejía.

En ese momento, minutos antes de que las garras de la Iglesia caigan sobre el barón, su hijo Luis, que llevaba años completando su formación en Italia, regresa a casa. El barón, que no esperaba que su único hijo retornara tan pronto a Aragón, decide despacharle tras compartir con él unos instantes. Rápidamente, Luis se da a la fuga acompañado del criado Martín mientras los temidos familiares de la Inquisición apresan a su padre y lo ponen bajo su custodia.

El Santo Oficio, alertado de que Luis ha regresado a su tierra, ordena su busca y captura, ya que es considerado tan culpable de herejía como su padre. El ahora fugitivo, con la ayuda de su criado, una priora, un mercader y un conde, pondrá en marcha un plan que le permitirá rescatar a su padre antes de que sea demasiado tarde y sucumba a las torturas del Santo Oficio; pero para ello, Luis no tendrá más remedio que internarse en pleno corazón de la Inquisición. Y mientras tanto, el rey Fernando de Aragón se aproxima cada vez más al Reino.

David Lozano regresa a las librerías tras un paréntesis de dos años con Herejía, que si bien es su primera novela histórica, no es la primera en la que aborda el tema histórico, porque ya pudimos ver retazos de épocas pasadas en su trilogía La Puerta Oscura y en Cielo Rojo. De nuevo, demuestra un auténtico dominio de la situación y de la documentación llevada a cabo para lograr una ambientación que nos permite introducirnos a la perfección en la novela.

Pese a tener un comienzo algo lento y previsible, rápidamente el lector empatizará con unos personajes muy bien perfilados y se sumergirá en pleno siglo XV para acompañar al protagonista en su misión. No podía faltar la historia de amor que le añade un toque romántico a toda novela de este autor, pero esta vez nos encontramos con un cortejo completamente propio de la época: el amor cortesano.

Si disfrutas con las historias que nos muestran épocas pasadas en las que priman las intrigas, tensiones y secretos, que tienen su pizca de amor y alguna que otra muerte, Herejía es tu novela.