Imagina poder controlar los elementos o la luz, o manipular las probabilidades en tu favor. Son solo algunas de las cosas que pueden hacerse en Nylert, dependiendo de a cuál de las nueve Familias pertenezcas. Antes eran diez, claro, pero por suerte la Segunda Revolución acabó con los Dominio y sus terribles poderes.
Ahora es posible vincularse con los dones de otras Familias, y la mejor manera de aprender es ser admitido en el Liceo de Blyd. Eso es lo que ha conseguido Lórim, que está entusiasmado por descubrirlo todo sobre todo el mundo, especialmente sobre Kózel, el misterioso isleño del que nadie sabe nada. Kózel solo quiere pasar desapercibido, algo difícil, teniendo de compañero de cuarto a Vann, uno de los alumnos más populares del Liceo, incluso a pesar de ser amigo de Kástor, que no habla nunca. Literalmente.
Además de hacer amigos (y enemigos), los alumnos del Liceo tienen que trabajar muy duro en sus clases. Clases como la de el profesor Koem, un héroe de la Segunda Revolución que últimamente está algo… disperso. La cuestión es, ¿qué oscuro motivo podría inquietar a un veterano como él?
Lejos de la ambientación de tintes medievales que solemos encontrar en fantasía, Heredero se sitúa en los años veinte del imaginario país de Nylert, donde la magia se mezcla con la tecnología steampunk que permite cosas como volar o ver la tele (o su equivalente en la historia, el orbe).
Parece que a los autores, Geòrgia Costa y Fer Alcalá, les encantan las dualidades, y eso se ve reflejado en su novela. Heredero combina historias de amistad y odio entre estudiantes con una trama más oscura que gira en torno a un asesinato y a una guerra que algunos nunca llegaron a superar; todo ello narrado de manera coral a lo largo de todo un curso en el Liceo. Es cierto que a veces la trama más ligera se adueña de la novela, pero si los personajes consiguen cautivarte, tampoco te importará leer sobre sus intríngulis personales. Bondad, timidez, humor... cada protagonista es opuesto a los demás, pero hay algo que tienen en común: no puedes fiarte de ninguno, porque todos ocultan secretos, y hasta el final no descubrirás quién guarda el más peligroso de todos.
Esta estela de revelaciones se entreteje con la paulatina resolución del misterio principal, de modo que Heredero se va volviendo cada vez más oscuro; los giros argumentales, la acción y la tensión tejen un final que sugiere una segunda parte cargada de intriga.