En las tierras del duque Berenguer, lugareños, visitantes y rebaños están siendo atacados en las inmediaciones del bosque. Lo que en un primer momento se atribuía a animales salvajes, queda completamente descartado cuando un monje de la Santa Sede llamado Georgos llega para recopilar los extraños sucesos que ocurren en el burgo. Es entonces cuando la palabra «monstruo» empieza a circular entre los lugareños, quienes claman para que el avaricioso duque Berenguer haga algo para derrotar a la bestia. El invierno se acerca, cada vez hay menos reses y los campesinos tienen miedo de salir a campo abierto para labrar. En esta situación, ¿quién será el campeón que los salve?
Como has podido comprobar, esta historia, que apenas supera las ciento cincuenta páginas, es una novelización de la leyenda de San Jorge y el dragón. Nos encontramos, pues, ante un libro sencillo con la finalidad de acercarnos la historia de este santo, con la que muchos de nosotros hemos crecido, ya que coincide con el día del libro, el veintitrés de abril.
Para adentrarnos en esta leyenda, Carolina nos transporta a la época medieval, a un burgo indeterminado. Allí, un duque más preocupado por la guerra que por sus súbditos debe enfrentarse a los rumores de que una bestia ronda sus bosques, asesinando hombres y animales. Y desde la primera a la última página, asistimos a una representación muy cercana a la leyenda de San Jorge y el dragón, la cual podemos encontrar en muchas culturas de todo el mundo, aunque con otros nombres.
Entretenida y épica — como no puede ser de otra manera, tratándose de San Jorge— Carolina Lozano ha acertado de pleno con el tono y la forma en que nos ha narrado esta historia, y desde El Templo te recomendamos que, si no todavía no conoces a San Jorge, te inicies en su leyenda con esta novela.