Todos los días al volver de clase, George se encierra en el baño para contemplar las revistas de modelos que tiene en casa. Lo hace a escondidas, con cuidado y casi con veneración, observando con delicadeza los cuerpos de las mujeres que allí aparecen. Pese a tener solo diez años, George sabe que hay algo distinto en ella. Puede que naciera con el cuerpo de un chico, pero siempre ha sabido que es una chica.

Su profesora decide poner en marcha una obra teatral basada en La telaraña de Carlota, uno de los libros favoritos de George. George sabe que ella es la más apropiada para interpretar al personaje de Carlota, pero para demostrárselo al resto de la clase tendrá que enfrentarse a su verdadero yo y nacer de nuevo.

Desde el primer momento, George es una novela muy especial gracias a su protagonista. Dirigido a un público middle grade, este libro nos presenta a una niña con la ternura, las dudas y los miedos de alguien de esa edad. Es su inocencia lo que nos hace entender la visión pura de un personaje y, por contraste, la denuncia a los prejuicios y la ignorancia de su alrededor.

Uno de los aspectos más destacables de la novela es el dominio que se hace de los pronombres, trabajado con mucho cuidado para mantener la sensibilidad de su protagonista. De esta forma, el niño que se acerque al libro podrá entender de manera más fácil cómo es nacer atrapado en un cuerpo que no es el tuyo, y empatizar con su personaje principal.

Este libro, dividido en pequeños capítulos temáticos, consigue hacer que el lector se sumerja en la historia gracias a su tono desenfadado y cercano. La narración destaca por detenerse en describir pequeños detalles de los ambientes que rodean a George, lo cual nos hace percibir la gran sensibilidad de la protagonista.

George demuestra que no es necesario tener una trama muy complicada, o unos personajes muy complejos, para ser capaz de transmitir. Porque este libro lanza a un público muy joven un mensaje de autenticidad y de valentía que no podemos pasar por alto.