Carson Phillips tiene un plan. Un plan que incluye ir a la universidad, ser el reportero más joven de The New York Times… y lograr sobrevivir a ese infierno llamado instituto. Pero no creas que Carson es el típico chaval inadaptado, triste y en una perpetua búsqueda del crecimiento personal. No. Carson es la persona más cínica y autosuficiente de toda la ciudad. También es astuto, bastante malhablado y siempre tiene que tener la última palabra, aunque eso le haga ganarse más de un castigo.
Los problemas para Carson comienzan cuando su billete de acceso a su universidad soñada parece no estar tan asegurado. Su única opción será hacer méritos para que se fijen en él y le admitan; méritos como, por ejemplo, fundar una revista literaria. Sin embargo, ¿cómo puede la persona más odiada del instituto lograr que sus compañeros le ayuden con el plan? El maquiavélico cerebro de Carson tiene la solución: usando el chantaje.
Fulminado por un rayo deja a sus lectores, sencillamente, fulminados. Solo es necesario leer las dos primeras páginas para que uno se percate de que tiene entre sus manos una muestra inquietante, satírica y realista de la vida adolescente. Hablamos de una historia de la que apetece leer cada sílaba y fonema, y que arrancará carcajadas imprevistas aunque estemos leyéndola, por ejemplo, en el metro.
Colfer probablemente sea más conocido por interpretar a Kurt en la serie de televisión Glee. Pero si el público pensaba que el talento de este joven americano se relegaba a la actuación o la música, se equivocaba. Con Fulminado por un rayo, Chris Colfer no solo nos regala una novela rompedora y diferente, sino también un estilo trabajado, directo y lleno de crítica social. Y es que con ese batiburrillo de palabrotas, familias disfuncionales e institutos infernales, Fulminado por un rayo está criticando precisamente el prototipo y los clichés de casi todas las novelas de literatura juvenil.
Olvídate de los argumentos de siempre, de los protagonistas tan buenos como santos y de los finales predecibles y con moraleja. Si tienes el valor suficiente para apostar por una novela en la que prima el estilo juvenil sin ningún tipo de tabúes ni tapujos, esta es tu obra.