En 2004, comenzaron las sangrías. Miles de personas morían horriblemente descuartizadas y siempre estaba presente una figura, el Oscuro, pero nadie sabía quién era ni había logrado verle el rostro. La profecía que vaticinaba su llegada hablaba también de un Elegido, y así fue como Matt, Sloane, Esther, Ines y Albie, cinco adolescentes que encajaban con la descripción de la profecía, fueron reclutados. Aunque no sabían cuál de ellos estaba destinado a ser el Elegido, aprendieron a luchar juntos y, en 2010, derrotaron al Oscuro.
Una década después, siguen tratando de averiguar cómo convivir con sus traumas y cuál es el sentido de su vida una vez han cumplido lo que parecía su principal propósito. Los educaron para derrotar al Oscuro, pero no para vivir después de ello... porque no era probable que sobrevivieran. Cada uno ha salido adelante como ha podido: Albie e Ines llevan una vida discreta, mientras que Esther se ha convertido en influencer y Matt es una figura mediática. Pero Sloane, que fue la que tuvo un trato más cercano con el Oscuro, no consigue pasar página. Quizá porque nunca encontraron los restos del villano, a pesar de que examinaron centímetro a centímetro el lugar donde desapareció.
En las casi quinientas páginas de Fuimos elegidos hay espacio para que ocurran muchas cosas, tantas que lo que en un principio parece el argumento resulta no ser más que una excusa para presentar a los personajes y la ambientación. La novela sorprende con un giro al final del primer tercio que cambia las reglas del juego. En la primera parte, disfrutamos de la interesante dinámica entre los cinco Elegidos, todos con personalidades muy distintas, pero unidos por sus vivencias. Sin embargo, a partir de la segunda parte, encontramos un argumento trepidante que plantea muchas incógnitas. Nuestra única queja es que, hacia el final, la originalidad del planteamiento pierde fuerza y la resolución es menos brillante, quizá porque quedan muchos cabos sueltos que se resolverán en el segundo libro.
Puede que el nombre de Veronica Roth se asocie a Divergente, pero merece la pena seguir leyéndola porque su calidad mejora libro tras libro. Siempre ha tenido buenas ideas y ha conseguido crear personajes carismáticos, y con la experiencia ha ganado en originalidad, tanto en sus tramas como en sus personajes.
Fuimos elegidos nos ha parecido la mejor novela de Veronica Roth hasta la fecha. Una buena manera de empezar a conocerla o de darle una segunda oportunidad.