Tenéis que votar durante los tres últimos minutos de cada vigilia. Debéis escoger a la única persona de los cinco que sobrevivirá. Esa persona volverá a la vida. Los demás avanzaréis hacia la auténtica muerte, un estado definitivo, pero totalmente desconocido. [...] Solo puede vivir uno. No hay excepciones. ¿Alguna pregunta?

Beatrice no ha vuelto a ver a su grupo de amigos desde que Jim, su novio y sexto componente del grupo, desapareciera en el último curso del instituto y apareciese muerto días después. Un año más tarde, el 30 de agosto, Beatrice decide presentarse en Wincroft, la finca junto al mar del expadrastro de su amiga Whitley. Está prácticamente segura de que los cuatro estarán allí. Es el cumpleaños de Whitley, y Beatrice quiere saber de una vez por todas qué le pasó a Jim.

La noche llegará a su fin con un accidente de tráfico del que los cinco creen haber salido ilesos y con un anciano llamando a la puerta de Wincroft, que asegura que todos están muertos.

En esta primera incursión en la literatura juvenil, Marisha Pessl consigue hacer comprensible para el lector y llevar con maestría una trama que destaca precisamente por su complejidad: la psique y el comportamiento humano, la fina línea entre la vida y la muerte y el tiempo no lineal se convierten en temas clave. A estos los acompañan otros como la amistad, la culpa y el arrepentimiento.

Pero creemos que la autora atrapa al lector con su prosa, cuidada y muy elocuente, acompañada de un rico imaginario que logra hacer de Eterna vigilia una lectura adictiva y embriagadora. Serán las reacciones de sus personajes las que den un toque único al libro: negándose a creer lo que está pasando, intentando encontrar vías de escape en lugar de asumir su responsabilidad, volviéndose locos... porque todos ellos tienen algo que ocultar.

No queremos contarte más de la cuenta, y por eso preferimos que te imagines un libro con una premisa inicial similar a la de Si no despierto, la inquietud de Siega y que, en realidad, sea un thriller psicológico con la atmósfera claustrofóbica de Diez negritos. Ahora solo te quedan dos cosas por hacer: descubrir quién mató a Jim y escapar de esta eterna vigilia, porque... eso es lo que cualquiera querría, ¿no?