Querido lector:
Has de saber que no te encuentras ante un libro común. No hallarás entre sus páginas una novela de ficción, con trama y personajes inventados, sino la verdadera historia de Esther Grace Earl contada por ella misma. Y en la vida real no está tan claro cuándo llega el final, ni tan siquiera si será feliz.
Con tan solo doce años, a Esther le diagnosticaron cáncer. Cáncer de tiroides que, según ella, «no es tan malo como el cáncer». Aunque su vida y la de su familia cambiaron por completo, Esther siguió siendo una chica normal. Soñaba con convertirse en escritora, era una auténtica fanática de Harry Potter y acudía a convenciones sobre el mundo mágico. Debido a sus largos periodos en el hospital, descubrió un nuevo modo de comunicarse con el mundo: Internet. A través de su propio blog conoció a sus mejores amigos, con los que fundó un grupo llamado Catitude. Además, descubrió la nerdfighteria, un movimiento creado por el escritor John Green, el cual se convirtió al poco tiempo en uno más de sus amigos. El mismo Green cuenta en el prólogo de este libro que escribió su famosa novela, Bajo la misma estrella, inspirándose en Esther. No es coincidencia que el segundo nombre de Hazel sea Grace.
Esther murió en 2010, con dieciséis años. Sus padres decidieron crear la fundación This Star Won't Go Out para ayudar a otras familias que pasaban por lo mismo que ellos y cumplir el sueño de Esther publicando sus memorias.
Aunque la mayor parte del libro corresponde al diario de Esther, también encontramos numerosos comentarios de sus familiares y amigos, que, junto con algunos dibujos y fotografías, consiguen que el lector sea testigo de su historia y la sienta mucho más cercana. Las páginas a todo color y la calidad de las ilustraciones revelan un gran cuidado detrás de la edición y hacen que el resultado final sea aún más espectacular.
Al presentar los hechos en orden cronológico, podemos ver la evolución de Esther y cómo cambia su visión del mundo con el transcurso de la enfermedad. Sus pensamientos se hacen cada vez más profundos, lo que permite al lector reflexionar y madurar con ella. Sin embargo, su voz no deja de ser la de una adolescente que trata de aclarar sus sentimientos, por lo que consigue calar muy hondo en todos aquellos que alguna vez se han sentido perdidos en la vida. Todo esto, eso sí, aderezado con el humor único de Esther.
Si quieres saber por qué el 3 de agosto se celebra el día del amor «no romántico», solo tienes que unir las palabras de este libro, como si de una constelación se tratara. Sigue la estela que dejó Esther y descubrirás que las personas, como las estrellas, siguen brillando muchos años después de que se haya apagado su luz.