Joaquin, Grace y Maya tienen la misma madre, pero no se conocen. Los tres fueron dados en adopción, aunque corrieron suertes muy distintas: mientras que Grace y Maya han crecido en familias que las han querido y cuidado, Joaquin ha pasado por un sinfín de centros y casas de acogida.
Grace, al igual que Joaquin y Maya, nunca había sentido interés por buscar a su familia biológica… hasta que se queda embarazada con dieciséis años, su novio se desentiende del bebé y toma la decisión de darlo en adopción. De pronto siente que comprende a su madre biológica como nunca antes lo había hecho y está convencida de que conocerla aliviará el dolor de haberse separado de su bebé.
No sabe cómo encontrar a su madre, pero descubre que tiene una hermana, Maya, que vive cerca de allí. Aunque su relación es extraña, las dos conectan a cierto nivel y van en busca de Joaquin, el mayor de los tres. Él es el más cerrado y desconfiado, y se niega a buscar a la madre que lo abandonó. En Joaquin se agrava un problema que tienen los tres: al haber crecido sin una familia que lo respalde, se siente como un árbol sin raíces.
A través de estos tres personajes, Robin Benway muestra tres familias muy distintas y cómo cada uno de los hermanos ha asimilado su situación. Los tres han tenido experiencias muy diferentes y han enterrado algunas de sus preocupaciones y sus problemas, hasta que su reencuentro les da una oportunidad de hacerse más fuertes y afrontarlos. En la familia siempre encontramos algo de nosotros mismos, y la autora hace un gran trabajo al mostrar sus semejanzas y diferencias.
El esplendor de las raíces tiene un buen equilibrio entre desgracias y buena suerte: los hermanos viven situaciones duras, pero también hay cosas buenas en sus vidas. Quizá su relación esté un poco idealizada y cabría preguntarse si los hermanos pueden ser «tan hermanos» cuando han vivido su infancia y parte de la adolescencia separados, pero se entiende que la autora ha querido hacer un canto a la relación fraterna y que por eso hacia el final la novela se vuelve más edulcorada.
Al leer El esplendor de las raíces parece evidente que Robin Benway ha dado con un tema que le importa de verdad y gracias a eso ha logrado crear una novela auténtica y visceral. Una obra ganadora de numerosos premios, entre ellos el National Book Award for Young People's Literature.