Esta historia se ha contado cientos de veces. Al principio hay dos casas, una al lado de la otra, con una familia viviendo en cada una. Y dos niños, un niño y una niña. Luego viene el primer encuentro y, después, muchos más.
Nueve años más tarde, Elena y Teo son inseparables. Han vivido todos los momentos importantes de su vida junto al otro, tanto los buenos como los malos. Y cuando las cosas los sobrepasan, siempre pueden escapar a un universo alternativo en el que tienen la oportunidad de irse muy lejos, dejar de ser ellos y convertirse en Ellen y TJ.
Ellen y TJ son la promesa que se hicieron de que estarían bien, de que podrían seguir adelante, siempre y cuando estuvieran juntos. Pero ahora han crecido, están en el último año de instituto, llegan personas nuevas a sus vidas para acelerarlo todo y deben tomar decisiones que los obligarán a enfrentarse a sus sentimientos y a las incógnitas del futuro.
Esta historia nació hace diez años en el blog de su autora, Clara Cortés, pero llegó a las librerías dos meses atrás. A pesar del paso del tiempo, sigue teniendo la misma esencia, a la vez que se adapta a las referencias de los adolescentes de hoy en día.
Contada por sus dos protagonistas, es muy fácil comprender sus dudas y todo lo que pasa por sus mentes en ese difícil último año de instituto. La prosa de Clara Cortés, a pesar de tomar algún que otro calco del inglés, tiene un tono carismático y sencillo en gran parte de la obra, además de tornarse serio cuando la situación lo requiere. Asimismo, los momentos más importantes están ilustrados con viñetas en escala de grises de la artista Alantaire, que reflejan el estilo y las expresiones de cada personaje.
En definitiva, Ellen y TJ es una obra divertida, perfecta para pasar un buen rato junto a unos personajes entrañables que hacen sonreír y que nos muestran un pequeño universo donde, por un momento, todo está bien.