En la ciudad alemana de Ingolstadt, la joven Nora está cumpliendo su sueño: estudiar medicina en una de las universidades más prestigiosas del país. Todo adquiere una nueva perspectiva con la irrupción de Max, un joven que aparece la noche de carnaval. Viste como si fuera de otra época, está desorientado y tiene una cicatriz en el pecho, de una herida reciente de la que no debería haberse recuperado.
Cuando su camino se cruza con el de Nora, descubre que ha viajado hacia el futuro. Max ha salido de finales del siglo XVIII, momento en el que ebullen las primeras ideas del Romanticismo. Nora, curiosa por naturaleza, atraviesa un pasadizo junto a él... y se encuentra atrapada en una época totalmente distinta a la suya.
Elia Barceló gana su tercer premio Edebé con El efecto Frankenstein, una novela que se plantea como un homenaje a la obra de Mary Shelley y que se impregna de todo el movimiento romántico y gótico de los últimos años del siglo XVIII.
Este retelling de Frankenstein o el moderno Prometeo —que celebró en 2018 su segundo centenario— trata de alejarse del original, a la vez que hace un homenaje a la figura de la mujer. Nora, la protagonista, se encuentra de frente con lo que supone ser una mujer en el siglo XVIII: percibe de primera mano todas las conquistas que se han hecho en los dos últimos siglos. Pero, además, la historia cuenta con toda la diversión que tienen las novelas de los viajes en el tiempo: enredos, cambios de vestuario, contraste de conocimiento tecnológico...
Si bien la trama es lineal y no busca ser sorpresiva, la ambientación y el estilo de una maestra narradora como Elia Barceló atrapan al lector en sus más de trescientas páginas. Los personajes son variados: la valiente Nora, que abandona su época; Max, un joven aristócrata que choca de frente con una mujer doscientos años menor que él; Lobo, un sicario con más de una sorpresa; Sanne, una doncella que se ve en apuros, y el mítico Viktor Frankenstein, que emborrona las líneas de la propia ficción.
Con una ambientación muy literaria, una historia de amor sencilla pero tierna, y una trama donde los clásicos románticos están más vivos que nunca, El efecto Frankenstein es una lectura perfecta para empezar el otoño.