Aunque asisten al Internado para Niños Singulares de Suburbia, Fran y Kang Dae se consideran niños bastantes normales. De hecho, lo más peculiar que les ha ocurrido en meses es la tradicional excursión al bosque Calamitoso: una «apasionante» competición que ganará quien encuentre las hojas de árboles más extrañas. Los chicos forman equipo con Carol, una alumna nueva que no habla demasiado, y se adentran en lo más profundo del bosque esperando un día tan normal como otro cualquiera.
Al menos hasta que se encuentran con el pájaro de fuego. Y con el estrambótico señor del paraguas. Y con la ciudad subterránea y los hombres-gaviota y la otra maga raruna y...
Y con el huevo de dragón, por supuesto.
De la mañana a la noche, se ven envueltos en una trepidante aventura en la que tendrán que lograr que la valiosa criatura sobreviva a ratas en huelga, excéntricos cocineros con excéntricas recetas, cucarachas gigantes de fanatismo inestable y, por encima de todo, chistes malos, malísimos, casi nefastísimos.
Si hay algo que diferencia a El día del dragón de otras novelas middle-grade es el disparatado, absurdo y maravilloso humor que irradia cada una de sus escenas. Eso es lo primero que te conviene saber, lector: el chiste más malo del mundo está escondido entre sus páginas (junto a muchos otros chistes que compiten fieramente por el puesto).
Esto no impide a Cotrina y Campbell crear unos personajes llenos de carisma, perfilar un sinfín de mundos originales y llamativos y dejar, una vez llega el delirante final, con ganas de mucho más.
Son destacables las sátiras a los grandes tópicos de las historias de aventuras. Por ejemplo, la manía del duque Nefastísimo de contar sus maléficos planes justo antes de llevarlos a cabo (y su habitual fracaso en el último microsegundo) o los altavoces que emiten quejidos y lamentos en las mazmorras vacías (que las apariencias hay que guardarlas aunque no sea buena época para el mal, oye).
Si te gustan las historias divertidas, alocadas, mágicas y vertiginosas en las que hay ostracismo para todos, hoy es tu día de suerte... o, más bien, tu día del dragón.