El ejército nazi marcha hacia Leningrado. Poco pueden hacer Viktor y Nadya, dos gemelos de trece años, ante la realidad de la guerra, la inmensidad de la estepa rusa y el rigor del invierno que se acerca.
Cada día salen trenes cargados de niños que los llevan hacia el interior de la Unión Soviética, lejos de Leningrado y de sus familias. Viktor y Nadya también tienen que dejar atrás a sus padres; se consuelan pensando que se tienen el uno al otro, pero acaban en trenes separados. El de Viktor sigue el rumbo esperado, pero el de Nadya se desvía y desaparece.
A partir de entonces, Viktor tiene dos objetivos: reunirse con su hermana y descubrir qué intereses ocultos desviaron su tren. Mientras tanto, Nadya, que apenas se ha alejado de Leningrado, se esfuerza por sobrevivir y sacar adelante a sus compañeros de viaje.
Ahora lo único que une a Viktor y a Nadya son los cuadernos que les dieron sus padres al despedirse. En ellos narran lo que les va sucediendo, y añaden fotos y mapas, para que el otro lo pueda leer cuando al fin se reencuentren.
Son estos cuadernos los que han llegado hasta nosotros. Por algún motivo que desconocemos, están en posesión del ejército soviético, que los ha ordenado y analizado. El formato tipo diario, las fotografías y las anotaciones al margen hacen que el lector se meta de lleno en la ambientación y que la doctrina comunista esté muy presente. Davide Morosinotto ha hecho un gran trabajo de documentación y logra transportarnos a la Unión Soviética de los años cuarenta para mostrarnos sus luces y sus sombras.
También hay que destacar cómo consigue dar a los dos hermanos un papel relevante, y a la vez verosímil, en el transcurso de la guerra. A pesar de todo lo que ocurre, siempre los vemos como dos chicos normales; quizá un poco más valientes, con un arrojo que nace de la desesperación y el deseo de reunirse con su familia.
Adéntrate en la estepa rusa y descubre cómo Viktor y Nadya llegan a ser dos estrellas rojas.