La madre de Julia espera a su hija despierta, pero ella no llega. Trata de mantener la calma, de que su mente no se ponga en lo peor. Es difícil, sobre todo, teniendo en cuenta cómo han acabado los últimos casos de desapariciones de chicas. Además, Julia tiene el móvil apagado y nunca llegó a recorrer los trescientos metros que le faltaban para volver a casa…
El inspector Roberto Peláez también trata de no ponerse en lo peor. Lo importante es encontrar a Julia lo antes posible.
La desaparición de Julia es la nueva novela del inagotable Jordi Sierra i Fabra, y se centra en las primeras veinticuatro horas tras la desaparición de una joven que no volvió a casa después de una fiesta. Las posibilidades de encontrarla con vida disminuyen a medida que avanza el reloj. Todos son conscientes de que esas primeras horas son fundamentales.
A lo largo de la historia, seremos testigos de cómo su familia afronta la angustia y la incertidumbre, los dramas adolescentes en los que la desaparecida estaba envuelta, cómo actúa la policía en esta situación extrema… Conocer la perspectiva de tantos personajes nos hace partícipes de la ansiedad por encontrar a Julia.
El ritmo es trepidante y se mantiene durante toda la novela, ya que la información se administra poco a poco, lo justo para que el lector no quiera dejar el libro hasta llegar a la última página. Los capítulos son breves y el estilo del autor es sencillo, directo.
Uno de los puntos más interesantes son los personajes adolescentes. Cuando Julia desaparece, el pequeño mundo de este grupo de amigos salta por los aires. Hasta ahora sus preocupaciones eran el amor no correspondido, los estudios, la relación con los padres…, pero tienen que relegar todo eso a un segundo plano para centrarse en Julia.
Esta novela profundiza en un tema que por desgracia es dolorosamente familiar para todos. La violencia contra las mujeres suele ser una noticia que se repite a menudo en los periódicos y telediarios, y sin embargo sigue siendo un tema tabú. La desaparición de Julia es una historia difícil, incómoda, pero arroja una luz esperanzadora.