MacKenzie tiene claro que el instituto está dividido en dos grupos: los populares y los invisibles, y ella, por suerte, pertenece al segundo. Tiene dos buenos amigos, Corey y Jane, una familia que la quiere y, desde que le da clases particulares a Logan, su sueño de comprarse un MacBook está cada vez más cerca de cumplirse.
El motivo por el que prefiere ser invisible es que es bastante patosa y tiende a hablar de más. Cuando Chelsea, la chica más popular del colegio, decide acercarse a charlar con ella, sabe que las cosas van a acabar mal. Sobre todo porque también está Patrick, el chico que le gusta. Lo que no puede imaginar es que el episodio más bochornoso de toda su vida va a acabar subido a YouTube y, en poco tiempo, se va a hacer viral.
El vídeo lanza a MacKenzie a la fama y ella acaba aceptando su nueva popularidad y también los regalos que empiezan a lloverle: ropa de marca, zapatos, entradas para conciertos… Esta vez no va a intentar pasar desapercibida; ha decidido tomar las riendas de su vida, aunque eso suponga cometer un par de errores por el camino.
Un desafortunado pero maravilloso incidente tiene muchos de los clichés habituales en este género, pero adquieren un nuevo enfoque gracias a que la protagonista es divertida, lista y muy buena narradora. MacKenzie decide aprovechar las ventajas de su fama repentina para divertirse un poco, pero en ningún momento deja de lado a sus amigos. Narra la historia con mucho desparpajo y consigue que el lector comprenda sus motivaciones, de modo que los conflictos en la trama no resultan forzados.
Por supuesto, la novela también tiene sus dosis de tensión romántica: MacKenzie lleva enamorada de Patrick toda la vida y ahora, por fin, él empieza a prestarle atención. Por otra parte, Logan y Chelsea llevan unos meses separados, pero todo parece indicar que van a volver. Lo cual, en opinión de MacKenzie, sería un gran error.
Si buscas una novela entretenida, con algo de amor y que enganche desde el principio, si eres fan de autoras como Sarah Mlynowski, Elizabeth Eulberg o Stephanie Perkins, no te pierdas la historia de MacKenzie y su descabellado salto a la fama.