Tras varios días desaparecida, Sam es encontrada a varios kilómetros de su casa con la ropa hecha jirones, llena de rasguños y ensangrentada. No recuerda nada de lo que pasó antes de que la encontraran y tampoco recuerda nada de su pasado. No le está resultando nada fácil adaptarse a su vida anterior. Sam no se siente la misma, no reconoce a las que eran sus amigas y lo que es más incómodo aún, no recuerda a su novio Del.
Sam no desapareció sola; la misma noche que le perdieron la pista iba acompañada de su mejor amiga, Cassie, con la que tenía una relación un tanto peculiar: cuando se juntaban sembraban el terror allí por donde iban.
Mientras Sam intenta rehacer su vida, Cassie sigue desaparecida y alguien que sabe qué pasó aquella noche la atormenta dejándole notas en los lugares más inesperados.
Armentrout consigue mantenerte en vilo con esta historia. Te engancha desde la primera página por el suspense que ha sabido mantener a lo largo de la novela y con un ritmo suficientemente ligero como para no hacerte tirar la toalla. Además, consigue hacerte sospechar de todo aquel que rodea a Sam, generándote una sensación de confusión similar a la que siente la protagonista, una sensación a la que ayuda la narración en primera persona
Los momentos tiernos que Sam vive al reconectar con la persona que fue antes de conocer a Cassie se compensan muy bien con los episodios de acción y suspense a los que se ve abocada en sus intentos por descubrir qué pasó, creando un balance ideal.
Cuidado. No mires atrás es la historia perfecta para los amantes de los thrillers psicológicos. ¿Estarás preparado para saber qué les pasó a Cassie y Sam?