Juró que no volvería a escribir fantasía en los próximos diez años y lo hace sólo dieciocho meses después. Por una buena causa, eso sí, que los beneficios van destinados a una ONG a favor de los niños más pobres de Europa del Este. Esto no tendría más relevancia si no fuese porque precisamente su parte benéfica es uno de los atractivos del libro, que quizá no convenza a todos los fans del joven mago. Los Cuentos de Beedle el Bardo contiene cinco fábulas del mundo mágico, todas muy distintas entre sí, que independientemente de su conexión con la saga más famosa de todos los tiempos son lecturas interesantes para todos los amantes de los cuentos de hadas.
La perla para los fans son, sin duda, los comentarios de Albus Dumbledore, que nos acercan un poco más a Hogwarts y el universo que lo rodea. Conocer más sobre antiguos profesores o detalles escabrosos de personajes ya conocidos, como Aberforth o Nick Casi-Decapitado, siempre son un aliciente. Los Cuentos de Beedle el Bardo no es una lectura obligada para los fanáticos (como quizá si lo era Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos, un libro tan difícil de encontrar como los animales que estudia), y no tiene apenas interés para los menos apasionados, pero gustará sin duda a los que se quedaron con ganas de más detalles del universo creado por J.K. Rowling. Y si eso no sirve, de vuelta al principio: un 25% del precio va destinado a una buena causa. Por si el texto no fuese suficiente.