Hasta el amor tiene sus reglas, y Desi está decidida a dar los pasos necesarios para conseguir que el chico del que está enamorada le haga caso. Con ese objetivo en mente, opta por hacer un maratón de series coreanas y desentrañar la fórmula para la historia de amor perfecta. Gracias a la ayuda de sus amigos, que temen que se haya vuelto loca, y de su padre, un experto en k-dramas, Desi confeccionará un protocolo infalible con el que conseguirlo.
Paso 1: una trama interesante que muestre a dónde se dirige. Las etapas que Desi sigue a lo largo del libro están recogidas en los primeros capítulos en forma de lista, por lo que siempre sabemos qué va a pasar aunque no conozcamos los detalles. Esto crea expectación y ayuda a que la historia se desarrolle de una manera más fluida.
Paso 2: personajes que combinen bien con la trama del paso 1. Tanto la protagonista como los secundarios cumplen su función dentro del argumento al milímetro y las relaciones entre ellos, casi tan calculadas como el plan a seguir, impulsan la historia hacia delante. Desi es la chica perfecta, talentosa en cualquier aspecto de su vida escolar y académica, pero es una fracasada en todo lo que tenga que ver con el amor. Sus amigos han llegado a crear una nueva palabra para definir sus intentos fallidos: flirchazo, mezcla de flirteo y rechazo. Por otro lado, Luca, el chico del que está enamorada, es creativo y las disciplinas artísticas son lo único que le importa. Carga con varios problemas personales, está centrado en conseguir entrar en una prestigiosa escuela de arte y no tiene especial interés en tener novia, pero Desi está decidida a hacerle cambiar de opinión.
Paso 3: una prosa divertida que acompañe al lector a lo largo de la novela. La protagonista es un desastre que intenta llevar a la vida real clichés que solo funcionan en las películas y lo relata como si fuera algo que tuviera sentido. Desde su punto de vista, un plan detallado de cómo conseguir a tu alma gemela es la mejor idea que ha tenido en su vida. No tardará mucho en darse cuenta de que no lo es tanto.
Con estos simples pasos y una tarde de verano libre, Creo en una cosa llamada amor es el plan perfecto para todo aquel que quiera echarse unas risas y disfrutar de una lectura sencilla pero entretenida.