Solo los que han leído los anteriores libros de la saga pueden adentrarse en el mar de niebla sin temor a un spoiler.

Imaginemos una vez más antes de que sea tarde y la pluma del Cronista sea silenciada para siempre. Imaginemos que volvemos a recorrer el mundo que narra esta crónica de los tres reinos, de cuyo devenir podría depender el destino del mismo universo. Imaginemos lo que dice el Oráculo, puesto que así se hará realidad.

El asesinato del rey Fobos ha supuesto una nueva amenaza para la estabilidad del reino de Estela, en el que cada vez más habitantes condenan los actos de Nolan. Loto, no contenta con haber invadido el reino de Lópreni y raptado a la princesa Reira, piensa aprovechar esta oportunidad a su favor: Nevásile se convierte pronto en el centro del mundo al ser la sede de la primera corte marcial en cien veranos, donde se juzgarán los crímenes del nuevo rey de Estela.

Por su parte, Alisa de Utopía se embarca en una misión muy distinta y alejada de la realidad terrenal, en busca de su aprendiz y de un conocimiento que el mundo parece haber olvidado. Pero la cazadora está al acecho y necesitará toda la ayuda posible para emprender un viaje que podría llevarla más allá de los límites del mar de niebla.

La corte marcial es el esperado cierre a una trilogía que desde sus primeros momentos ha sabido conquistarnos por la originalidad de su worldbuilding, su entrañable e interesante elenco y su peculiar trama, en la que hay espacio tanto para intrigas y conspiraciones políticas como para la espiritualidad y el arte que constituyen la base de su sistema mágico.

En esta ocasión viajaremos a Nevásile, reino de tierra roja, de lo pragmático y, en contradicción, del culto a los dioses. Lo que encontramos ahí es una historia misteriosa y trepidante, narrada con mimo, donde viejos y nuevos personajes se reúnen y juegan su papel en un conflicto cuya magnitud excede incluso a la realidad humana. La autora recoge y resuelve minuciosamente los cabos sueltos que se han ido dejando a lo largo de la saga, aunque la mayor parte de la acción se reserva para el final.

Alba Quintas no decepciona. La corte marcial es una conclusión potente que, sin renunciar a la esencia que tanto nos ha gustado en sus anteriores entregas, es capaz de huir de lo predecible para hacernos vivir una experiencia única y cargada de emociones, satisfactorias y agridulces, que no cesa hasta alcanzar la última de sus páginas.

Si quieres averiguar lo que el Oráculo ha vaticinado para el final de esta historia tendrás que abandonar tus miedos y abrazar a las voces de la piel de la memoria.