Koperu ha empezado a hacerse preguntas. Hasta ahora, daba por sentado las facilidades que lo rodeaban: un colegio prestigioso, buenos amigos y altas calificaciones, una familia atenta. Todo cambia cuando descubre el duro trato que sufre un compañero al que maltratan en la escuela.
¿Por qué ya no viene a clase? Con esa duda inocente, Koperu toma contacto con otras realidades que conviven en su Japón natal, alejadas de la clase privilegiada. Ante tal revelación, empieza a replantearse su papel en la sociedad y el sentido de la humanidad. Comparte sus angustias con su tío, que lo bautiza con este mote por Copérnico, otro pensador revolucionario.
La misión de su tío consiste en guiarlo tras la muerte de su padre hacia una existencia plena. En secreto, le escribe cartas que ahondan en esas reflexiones primerizas y le plantea retos para su vida adulta. Porque esa es la meta: convertirse en un hombre de provecho.
Nos separan casi cien años desde la publicación de este libro, en los años 30 del siglo pasado. Aún no habían tenido lugar acontecimientos tan importantes para la historia de Japón como la Segunda Guerra Mundial o el lanzamiento de las bombas atómicas. Y, sin embargo, los escenarios y situaciones se parecen mucho a las de hoy. La prueba de su vigencia es que Studio Ghibli, el gigante de la animación nipona, prepara la adaptación al cine. No es baladí: ¿Cómo vives? era la novela favorita de Miyazaki en su infancia.
Este clásico de la literatura juvenil ha perdurado por su fiel reflejo de las preocupaciones de los jóvenes. Genzabur? Yoshino trata a los lectores con respeto y cubre con verdadero interés temas tan importantes como el bullying, la amistad, la culpa o la diferencia de clases. La mirada inexperta de Koperu se complementa con la veteranía de su tío (y su amplio conocimiento de la historia y la ciencia) para que crezcamos junto a él.
Vas a encontrar una novela que te interpela ya desde el título. Prepárate para un interrogatorio digno del filósofo más incansable, que quiere desmontar todas tus ideas preconcebidas. Pero no temas: está en la naturaleza del joven superar al maestro.