En el instituto, Alba se enfrenta a uno de sus peores momentos por culpa de sus compañeras de clase. Desde hace algunos meses, el bullying que sufre ha crecido en intensidad: su peso se ha convertido en una diana en su espalda, algo que la ha llevado a aislarse progresivamente.

Todo cambia el día que recibe un mensaje desde un número desconocido en su móvil: «Si quieres dejar de sentirte como te sientes, solo tienes que hacer lo que yo hice. Lo que hicimos todos nosotros. Contesta». Alba decide arriesgarse y así conoce El Club, un grupo de gente inadaptada que se junta en un edificio abandonado para alejarse del mundo.

Esta es la primera oportunidad de Alba para sentirse parte de algo y descubrir que Mireia, Carlos, Juancho y Álex no son tan diferentes a ella.

Rafael Salmerón aborda en su última novela una problemática tan actual y cercana a la realidad de los institutos como el bullying, a partir de la cual abre una serie de temas de interés social como el machismo, la homofobia, las relaciones tóxicas o los trastornos alimenticios.

A partir del personaje de Alba, nos convertimos en oyentes de la historia del grupo, mientras los diferentes personajes toman la voz cantante y se desnudan ante ella (y por ende ante nosotros). Así, pasan ante los ojos del lector los diferentes traumas y cicatrices que caracterizan a este grupo tan peculiar, un recurso que recuerda a Las ventajas de ser un marginado, Alguien está mintiendo o El club de los cinco.

Si bien se nota la distancia generacional entre el escritor y los lectores al tratar los diversos temas, con un enfoque que no es tan cercano como se propone, el estilo del autor —lírico, directo, con frases breves— consigue atraparte en la historia y hacerte partícipe de lo que cuenta.

Salmerón convierte la vida de cinco adolescentes en una novela preventiva y crítica sobre el daño que nos infligimos los unos a los otros y la capacidad que tenemos de ayudarnos, de extender el brazo a alguien cercano y hacerle saber que no está solo. Que su historia es la historia de muchos.