Minho no pasa por su mejor momento. Desde que encontró un trabajo estable, su familia no ve el momento de que encuentre a alguien con quien casarse. Por eso, su madre y su hermana le preparan cada semana una cita a ciegas con una chica de buena familia, pero todas fracasan. Además, nadie se ha apuntado al club de lectura en línea que abrió para conocer a otros empleados de la empresa para la que trabaja, las Aerolíneas Skywind.

Kaya Baudin ha dejado su pequeño pueblo de Normandía para empezar de cero en París. Ahora vive en Montmartre, en la casa que pertenecía a su tía, de la que no sabe nada desde hace años y de quien no tiene nada más que las llaves de la casa y un libro que escribió aunque casi nadie ha leído. Pero entonces Kaya se apunta al club y decide enviarle esa novela a Minho como su primera lectura conjunta.

Gracias a este envío, Dorian y Carolina, mejores amigos desde que se cruzaron a los quince años en el barrio de Queens de Nueva York, se apuntarán también al club de lectura, y los cuatro crearán un pequeño refugio en él a pesar de estar separados por husos horarios distintos.

En El club de lectura de las Aerolíneas Skywind, Silvia Aliaga crea una atmósfera en la que el arte, la música, el cine y, sobre todo, la literatura están presentes en cada página, de forma que nos permite conocer a sus personajes, sus creencias y sus culturas a través de ellas. A su vez, el foco principal de la trama es la evolución de cada uno de los protagonistas, quienes, acompañados por sus miedos e inseguridades, toman un carácter personal y cercano, lo que hace que empaticemos con todos ellos mientras forjan su amistad a través del club.

Todo esto, unido al misterio que se desarrolla en torno al libro de la tía de Kaya, consigue crear un viaje alrededor del mundo que, a pesar de tener quinientas páginas, se pasa en un suspiro y hace que deseemos ser parte de Skywind para poder unirnos a su club.