Con motivo de la publicación del tercer volumen de esta saga, La ciudad infinita, aprovecho la oportunidad para exponer al lector las ventajas de llevarse estos libros a casa.
La llave del Tiempo es una saga de ocho volúmenes de la que hasta ahora solo hemos podido disfrutar de sus tres primeras partes (La torre y las isla, y La esfera de Medusa fueron las anteriores entregas). En ella se nos plantea un futuro no demasiado lejano, el 2121, pero sí bastante diferente. Nuestro planeta Tierra está bajo el dominio de las Grandes Corporaciones, que tienen control sobre todo con lo que se pueda comerciar y una gran influencia sobre cualquier forma de gobierno. En este mundo de tecnología y de monopolio empresarial comienza la aventura de nuestro protagonista, Martín Lem. Martín es un chico de Iberia Centro que, gracias a las capacidades especiales que su sistema inmunológico parece haber desarrollado, recibe la oferta de una de las Grandes Corporaciones para colaborar con ellos en el desarrollo de sus proyectos científicos. Es a través de la Corporación Dédalo como Martín y su amiga Alejandra conocen a otros tres muchachos que parecen compartir las peculiaridades del joven. Pero no todo es lo que parece en este mundo de intereses corporativos y pronto los jóvenes se verán atrapados entre el juego que les reservan sus nuevos contactos y aquel que les depara su propio destino.
En un relato de ciencia ficción y fantasía en el que el tiempo juega un papel crucial hallaremos una narración fluida y una historia que nos absorbe a través de cada tomo. Durante la lectura nos encontraremos con un lenguaje sencillo y directo intercalado con las, a veces, complicadas explicaciones científicas, fruto de la intervención de ambos autores. Sentimientos, mucha acción y misterio se suceden página a página atrapando al lector en un bucle temporal en el que la noción del transcurrir de las horas se pierde mientras pasamos las páginas de estos libros.
Si tengo que apuntar algo negativo a la saga es sin duda su presentación. Pese a ser unos libros en tapa dura a un precio bastante asequible las portadas (que no varían de un tomo a otro salvo en el color) repelen a cualquier lector que haya tenido la oportunidad de ver cuadernillos de refuerzo de verano. Lo único que puedo decir al respecto es que merece la pena cerrar los ojos al coger el libro y abrirlos enseguida a partir de la primera página.
Una llave para viajar al futuro que tanto aficionados a la ciencia ficción como recién iniciados disfrutarán.