(¡Cuidado lector, esta reseña puede contener spoilers de El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares!)
Destino: Londres.
Misión: encontrar a una ymbrine.
Dificultad: sin precedentes.
A Jacob y a los niños peculiares se les está acabando el tiempo. Con Miss Peregrine atrapada en su forma animal y los huecos dándoles caza, deben encontrar una solución, y rápido. Aunque eso suponga dejar atrás su único hogar.
Sin mirar atrás, el grupo se embarca rumbo a Londres, ciudad que puede ofrecerles la ayuda que necesitan: una ymbrine que aún no haya sido capturada por los wights.
Pero esta misión no será tan fácil como parece, pues no solo deberán evitar a los huecos: si no encuentran a una ymbrine pronto, Miss Peregrine podría quedarse atrapada para siempre.
La segunda novela de la peculiar trilogía que tanto ha triunfado en Estados Unidos no baja el nivel de la primera entrega. Con Jacob como guía, acompañamos a los niños peculiares en su frenética búsqueda. De este modo, La ciudad desolada, cargada de acción y sorpresas, además de nuevos personajes, constituye el nudo de la saga, donde Ramson Riggs mantiene el interés del lector tan bien como en el primer libro. Sin embargo, esta vez le añade un poco de crudeza a la historia, ya que ahonda en esa Segunda Guerra Mundial que en la primera novela solo alcanzábamos a ver de reojo.
La ciudad desolada también profundiza en los personajes. Jacob evoluciona en más de un sentido y Emma nos descubre su pasado, mientras que el resto de niños se abren al lector y dejan ver matices que no tuvimos tiempo de observar en el libro anterior.
En definitiva, si leíste con avidez El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares y te quedaste con ganas de más, La ciudad desolada no te decepcionará.