Locura. Pánico. Cólera. Euforia. Culpa. Celos y Odio. Melancolía. Te suenan estas palabras, ¿verdad?

¿Y si te dijera que, en Némesis, no son solo palabras? Los Delirantes: así es como se hacen llamar. Horrores dotados de vida, pesadillas dispuestas a hacer realidad los sueños de aquellos desdichados que caen en sus redes. Irónicamente, al final siempre son los Delirantes los que se salen con la suya. Siempre son los que ganan.

Por eso odian tanto a la chica del león negro.

¿A qué se debe que, a pesar del tiempo que lleva visitando Némesis, aún no haya sucumbido a sus encantos? ¿Cómo sabe tanto sobre este mundo, si nunca ha salido de las zonas neutrales? ¿Por qué la protege un león de pelaje oscuro? ¿Quién es en realidad?

Su nombre, aunque ellos prefieran el mote, es Serena. Y hará lo imposible para salvar a Pascal del calvario en el que vive. Because love by its nature desires a future.

Quizás sea por la prosa, que te atrapa y desgarra desde la primera frase; quizás, por la ambientación, cuyas sombras y susurros terminan convenciéndote de que te encuentras ante una ciudad que, más que un lugar, es otra protagonista de la historia. Lo que está claro es que, quieras o no, acabarás perdido entre las calles de ese mundo oscuro, cruel, desesperado y estremecedor que es Némesis.

Los personajes no se quedan atrás: Serena, siempre acompañada de su férrea determinación; Pascal, con sus mil luces y sus mil sombras; la perfección imperfecta de Alen; Melancolía, Locura y el resto de Delirantes... Hasta los secundarios están llenos de matices, aunque en doscientas cincuenta páginas no nos dé tiempo a conocerlos a todos en profundidad.

La edición es digna de mención. Se alternan páginas blancas y negras, aparecen fragmentos escritos en hojas de libreta y, al final del todo, la autora incluye un anexo con las canciones que la acompañaron al escribir la historia.

Innovadora, sombría y terroríficamente realista, La chica del león negro es una novela redonda, que consigue abordar de forma original un tema tan complejo como es el de las enfermedades mentales. Te reto a perderte entre sus páginas: te aseguro que es muy difícil que no te atrapen. Solo me queda una cosa que decirte:

Bienvenido a Némesis, intruso.