Gene vive en un mundo dominado por vampiros en el que los seres humanos son una especie en peligro de extinción. Desde pequeño ha aprendido las normas básicas para vivir entre los vampiros sin ser descubierto: no sudar, no bostezar, no sonreír, no rascarse; incluso que se le ponga la carne de gallina puede ser algo mortal. Sin embargo, la compleja tapadera de Gene está a punto de irse a pique, pues se ha convertido en uno de los ganadores del sorteo en el que el gobierno —para ganarse el favor de la población— permite que algunos vampiros participen en una cacería de humanos.

Para Gene, ser convincente durante los preparativos de la caza es fundamental, pero el nuevo cariz que está tomando su relación con otra de las ganadoras, sumado al conflicto que para él supone acabar con los que pueden ser los últimos humanos que quedan en la Tierra, hará que se plantee qué es mejor: ¿seguir viviendo así o escapar?

Con esta novela, Fukuda, por un lado, ha dado una vuelta de tuerca al género posapocalíptico y, por otro, ha rescatado los recursos más olvidados del género de vampiros. El resultado es una ambientación inquietante y diseñada al milímetro con la que nos metemos de lleno en la vida y costumbres de estas criaturas. Desde cuáles son sus gestos para expresar emociones, hasta cómo duermen y se alimentan, pasando por el desenfreno que los posee cuando detectan a un humano cerca (hecho que, teniendo en cuenta la presencia de Gene, no es raro que suceda). A todo esto se suman las bases de un romance, que probablemente se desarrolle mejor en las continuaciones, y que promete ser la guinda de una historia diferente sobre vampiros.

Otro de los aspectos que más destacan de la novela, al margen de su ambientación, es su ritmo. La caza no da tregua al lector, quien se ve atrapado desde el principio en la peligrosa atmósfera en la que vive Gene.

Puede parecer que La caza es una mezcla de las modas más recientes, algo así como la lucha por la supervivencia de Los Juegos del Hambre más los vampiros de la moda del romance paranormal, pero en este caso la mezcla ha sido bastante original y creativa. Uno de sus pocos defectos es tal vez la falta de explicaciones sobre cómo se llegó a la casi extinción del ser humano y cómo es la vida más allá del concurso organizado por el gobierno.

Con La caza, Fukuda introduce a los lectores en una saga que mezcla fantasía paranormal con toques distópicos y que continuará con The prey (La presa). Una novela perfecta para amantes de los libros de ritmo vertiginoso y llenos de acción.