Tras un verano tranquilo, con casos esporádicos y poco movimiento en la agencia de detectives, Berta espera con ansia la llegada de septiembre y con él, la de nuevos misterios que resolver. Y es que ahora más que nunca necesita el dinero: en casa las cosas no van especialmente bien y aún debe su parte del dinero de la maqueta que su grupo de música se va a autoproducir.
Pronto, sus deseos se cumplen y no solo uno, sino dos casos se le presentan de repente: una niña adoptada que quiere encontrar a su madre biológica, y un caso de bullying infantil.
La joven detective comienza a investigar y, sin comerlo ni beberlo, se ve envuelta en una trama de tráfico de drogas de diseño que le traerá serios problemas, así como en una serie de aventuras fortuitas y cargadas de adrenalina que la llevarán a encontrarse en más de una situación límite.
En esta cuarta entrega de la saga escrita por el laureado Jordi Sierra i Fabra, encontramos una nueva y peligrosa aventura para Berta, la protagonista, una chica de dieciocho años que toca en un grupo, tiene una situación familiar complicada y a la que le ha tocado madurar demasiado rápido. Y es por ella por lo que esta serie de libros, en los que convergen la novela negra y policíaca con los temas típicos de la adolescencia, es tan interesante y atractiva.
Jugando con un ritmo frenético y un lenguaje directo y sencillo, el autor elabora una cuidada trama de misterio que desde el principio de la novela destaca por mantener al lector atrapado en cada una de las líneas de las doscientas cincuenta páginas del libro. Además, Sierra i Fabra toca temas cargados de una fuerte crítica social, como los grupos antisistema o la corrupción, y ahonda con gran maestría en las relaciones personales de los personajes.
En definitiva, si buscas misterio, intriga y grandes aventuras, Berta Mir te está esperando para que la acompañes en todos sus casos. ¡Aún quedan muchos misterios que resolver!