Cuando llegas al último curso del instituto, sabes que se avecinan cambios, y Winnie odia los cambios. Por suerte, lo tiene todo planificado: irá a la universidad en Chicago igual que Jesse, su novio desde hace años; descubrirán juntos los mejores sitios de la ciudad, y, tras un año o dos en la residencia, buscarán piso. El problema viene cuando aceptan a Jesse en otra universidad y le confiesa que no tiene claro lo de irse a Chicago y, ya que está, lo de seguir juntos… tampoco.

A Winnie se le cae el mundo encima porque no quiere perder a Jesse que, antes de ser su novio, era su mejor amigo de toda la vida. Por eso cuando surge la oportunidad de ir a pasar dos semanas en Chicago y empezar a explorar la ciudad antes de mudarse definitivamente, decide lanzarse a la aventura. Así es como termina conociendo a Lila, una chica de la que enseguida se hace amiga, y como se reencuentra con Robin, un antiguo amigo del colegio. Winnie no quiere empezar una relación tan pronto, pero la química que hay entre Robin y ella le hace preguntarse hasta qué punto estaba enamorada de Jesse o si lo que les unía era más bien el cariño y la costumbre.

Capturas de un corazón roto no comienza tras la ruptura con Jesse, sino un poco antes, para que el lector conozca su relación y empatice con la protagonista. Dos objetivos que la autora consigue a cambio de un arranque de novela un poco lento, porque lo que todos queremos leer empieza después, cuando Winnie llega a Chicago. A partir de ahí la novela engancha gracias a un buen equilibrio entre los distintos aspectos de la vida de Winnie: sus amigos, sus próximos pasos en la universidad y, por supuesto, el romance.

Robin es un chico dulce, sincero y un poco friki, al que es fácil coger cariño. La relación entre ellos se aleja de la moda spicy que llena las estanterías de juvenil últimamente y se enmarca en un terreno juvenil más clásico, sin llegar a pecar de ser excesivamente inocente. La relación entre Winnie y él es sana y la autora no tiene que recurrir a conflictos absurdos, porque el drama que desencadena el final de la novela va por otros derroteros.

En definitiva, Capturas de un corazón roto es una comedia romántica amable que te dejará el corazón calentito.