Las historias sobre el Rey de los Duendes han acompañado a Liesl toda su vida. Desde que su hermana y ella eran pequeñas su abuela Constanze le ha contado todas y cada una de ellas, advirtiéndoles del peligro que representaban todos los duendes. Pero Liesl ha crecido, y aunque estas historias siempre han inspirado sus composiciones musicales, cree que es momento de dejar su infancia atrás y ayudar en el negocio familiar. Sin embargo, cuando el rey secuestra a su hermana pequeña, Liesl deberá seguirlo al Mundo Subterráneo y jugar a sus traicioneros juegos para rescatarla. Solo así podrá volver a casa.

De esta manera nos embarcamos en una novela arrolladora donde la pluma de la autora nos atrapa con una facilidad sorprendente, guiándonos por un mundo lleno de malicia gobernado por el Rey de los Duendes. En cuanto a los personajes, por una parte tenemos al rey, quien comienza siendo una figura oscura y siniestra y termina convirtiéndose en alguien lleno de matices que ningún lector querrá perderse. Por otra parte está Liesl, la protagonista femenina. Aunque puede resultar un poco repetitiva al principio, según va avanzando la historia conocemos más características suyas que nos llevan a apreciarla como personaje principal.

La novela, narrada desde el punto de vista de Liesl, goza de unas descripciones bien hechas, que te trasladan al mundo de los mitos centroeuropeos donde la nieve y el frío lo pueblan todo. Criaturas fantásticas como los duendes y otras menos conocidas como las loreleis hacen su aparición en el Mundo Subterráneo, plagándolo de matices y permitiendo que los lugares donde se desarrolla la acción tengan voz propia.

Además, llama mucho la atención la estrecha relación que el argumento principal y la música mantienen en todo momento, llegando a convertir a esta última en casi un personaje más. La música lo invade todo, desde el interior de Liesl y sus mayores sueños, al frío y muerto corazón del Rey de los Duendes. Sonatas y minuetos expresan lo que los protagonistas no saben cómo decir en voz alta, provocando que en algunos momentos casi podamos oír esas piezas musicales que Liesl nos detalla.

Canción de invierno es una novela llena de pequeños toques de magia de los cuentos de hadas centroeuropeos, con unos protagonistas que ocultan multitud de fantasmas que página a página te mostrarán sus deseos más oscuros, y no podrás evitar leer hasta la última palabra.