Cabría pensar que el rey Auguste es la máxima autoridad en Cesarine, pero ese papel le corresponde al arzobispo. No en vano, él es el comandante de los chasseurs, los valientes soldados que protegen al reino de las brujas y de su temible soberana, la Dame des Sorcières.
Para Lou, que además de ladrona es una dame blanche, una bruja, los chasseurs son la segunda mayor amenaza de la que debe escapar, solo por detrás de un pasado que regresará en cualquier momento a cobrarle la deuda que contrajo hace dos años. Por eso se cuela en la casa de un noble para robarle un antiguo anillo mágico que espera que pueda protegerla. Pero la cosa no sale como Lou esperaba, y el fracaso la lanza literalmente en brazos del capitán de los chasseurs, Reid Diggory. Dadas las enrevesadas circunstancias de su encuentro (que no vamos a desvelar aquí) ambos terminan como ninguno de ellos hubiera esperado jamás: casados.
A pesar de su rechazo inicial, Lou no tarda en darse cuenta de que un marido chasseur podría ofrecerle la protección que necesita para huir de su pasado. Pero si Reid (el mojigato, iracundo y atractivo Reid) descubre que ella es una bruja, la llevará de cabeza a la hoguera.
Al contrario de lo que pudiera parecer, el conflicto entre los chasseurs y la Dame des Sorcières no es más que una subtrama que adereza la historia principal: el amor-odio entre los protagonistas. Reid es honrado y responsable, un hombre de Dios; Lou, una ladrona descarada y mentirosa. Si eres aficionado a los fanfics, seguro que prevés lo que va a pasar: estos dos enemigos, que tanto se sacan de quicio mutuamente, acabarán sintiéndose atraídos el uno por la otra. Su tira y afloja resulta tan adictivo como la resolución de la trama de la Dame des Sorcières, que pasa a un primer plano en el tercio final de la novela y encadena un giro argumental tras otro.
Nos hubiera gustado ver un poco más de esa brujería que inunda los últimos capítulos, pues el sistema mágico de Shelby Mahurin da mucho juego. En Cesarine, todo hechizo conlleva un precio muy literal: perder un recuerdo para que un guardia olvide tu rostro, un dedo roto por una cerradura quebrada… o una vida a cambio de otra.
¿Qué precio estará dispuesta a pagar Lou?