Han pasado varios años desde los acontecimientos de La venganza, el título que cerraba la colección Erik Vogler. Erik ahora estudia Interiorismo e Historia del Arte en Nueva York, Albert Zimmer se especializa en Criminología en Ámsterdam y Cloé cursa Medicina Forense en París. El trío protagonista no acabó en buenos términos al final de la saga, pero una llamada del comisario Roth reúne a Albert y Erik para resolver un crimen en la ciudad de Berchtesgaden.
El misterio está fuertemente arraigado en el folclore de la zona: la existencia de una bruja que aparece de noche en casa de diferentes víctimas y perpetra violentos asesinatos ha puesto sobre aviso a la ciudad. Berta Vogler, ahora reputada novelista, se une a ellos para tratar de desentrañar el caso. ¿Es todo cuestión de engaño y disfraz o realmente las brujas asesinas existen?
La bruja de Berchtesgaden inicia una trilogía spin-off que lleva por nombre al amigo, antagonista a ratos, de Erik Vogler, y además supone un cambio de voz narrativa de una tercera persona a la primera que encarna el personaje de Zimmer. Si bien el protagonista de las icónicas cubiertas de Barrenetxea ha cambiado, Vogler y el resto de personajes secundarios de la saga principal siguen jugando un importante papel en esta aventura.
Esta nueva trilogía viene introducida por un cambio de voz narrativa y un salto temporal, pero la esencia de los libros de Osés es la misma; además, puede funcionar como una novena parte o como puerta de acceso para nuevos lectores. Las novelas han abrazado el elemento paranormal que se sugería en los primeros libros, y mantienen el uso del humor y la estructura de novela negra como señas de identidad. Es de esperar que cada nueva historia que conforma la trilogía explore un elemento nuevo del folclore del norte de Europa.
Esta continuidad con la saga permite que sea una historia igualmente disfrutable para los seguidores de la colección inicial, aunque también puede ser una espada de doble filo: la prosa y el humor de Osés siguen siendo tan originales y afilados como en las primeras entregas, pero se echa en falta cierto riesgo a la hora de introducir nuevos personajes —llevan consolidados desde la primera mitad de los libros originales— y en la elección de argumentos que rompan la dinámica ya establecida.
Los juegos entre moda y arte, misterio y fantasía, siguen brillando en la pluma de Osés, pero ¿veremos a los personajes correr nuevos riesgos en esta trilogía?