¿Qué ocurre cuando el sueño al que has dedicado toda tu vida deja de estar a tu alcance? A Cassandra Crosby, estrella canadiense del patinaje sobre hielo, se le vino el mundo encima cuando, con solo dieciocho años, sufrió una lesión que acabó con su carrera deportiva. Incapaz de respirar en un mundo que ha seguido girando sin ella, dos años después ha decidido alejarse del hielo por completo y volver a su pueblo natal.
En Greenville, Alberta, no hay mucho que ver: alguna que otra cafetería, la pista de patinaje donde empezó todo y la casa de su abuela, donde se va a alojar hasta que decida cómo continuar con su vida. Por el momento, Cassie ha conseguido un empleo en la encantadora cafetería Hide & Seek; allí conoce a Micah, un chico que, al contrario que ella, tuvo la oportunidad de convertirse en deportista profesional pero decidió quedarse en el pueblo.
Entre tartas, cafés e infusiones, el Hide & Seek se convierte en el escenario de bromas, decoraciones de Halloween, miradas disimuladas y nuevos comienzos. Greenville dejó de ser el hogar de Cassie cuando se mudó a Toronto para perseguir sus sueños, pero quizá la familia que encuentra allí sea el refugio que estaba buscando.
Si andas a la caza de una novela otoñal, Besos de canela y hielo es perfecta para ti. El debut de Estela Bescós nos transporta a un pueblecito acogedor al más puro estilo de Las chicas Gilmore, donde las relaciones entre los vecinos tienen más protagonismo que la acción. Bescós abraza los clichés típicos del género e incluso añade algún elemento paranormal que le da una vuelta de tuerca a la historia, creando así un cozy romance que ofrece todo lo que la etiqueta promete: un amor que se cuece a fuego lento, personajes tiernos y una ambientación que desprende una calidez reconfortante.
El estilo de la autora es limpio y hábil, y logra que los diálogos entre personajes de todas las edades suenen naturales. La novela, narrada en tercera persona, se centra en Cassie y su evolución, pero eso no evita que nos aficionemos a las vidas de personajes secundarios como Ollie, un amigo de Cassie, o Quin, su siempre sonriente jefe. Y, por supuesto, no podemos olvidarnos de Micah, que se aleja del prototipo de interés romántico masculino con su bondad, chistes malos y amabilidad.
Besos de canela y hielo es la novela ganadora de la Beca Elastic Books / Audible para jóvenes escritores. En ella, Estela Bescós ha seguido una receta sencilla pero efectiva: un poco de romance, otro poco de autodescubrimiento, una cucharadita de amistad y, tras unas trescientas páginas en el horno, ¡a zampar!