Daniel Kurka se ve obligado a dejar su país natal y emigrar a Nueva York en busca de mejor fortuna. Es un refugiado yugoslavo que huye de los horrores de la Segunda Guerra Mundial que asolan su país. No conoce a las personas que lo acompañan en el barco, tampoco sabe inglés ni tiene la menor idea de qué se va encontrar en Nueva York. Su única certeza es una vieja foto de su tía Elka, que lo espera allí.
Elka trabaja en el hotel New Yorker, uno de los más prestigiosos de la ciudad, y comparte un modesto piso con algunas de sus compañeras. Todo apunta a que Daniel va a tener una vida tranquila en la gran manzana hasta que descubre en su bolsillo un mensaje en clave que dice: «Watch Richard Kohlheim / Scopolamine Nabisco Tesla». Solo reconoce el nombre de Nikola Tesla, el afamado científico que se aloja ni más ni menos que en el New Yorker. ¿Cómo ha llegado ese papel a su bolsillo? ¿Es Richard Kohlheim un espía nazi? ¿Qué tiene que ver Daniel en todo esto? Las preguntas lo asfixian y él no se va a quedar parado hasta darles una respuesta.
Con esta novela, Mónica Rodríguez quedó finalista del Premio Gran Angular 2015 y, ahora, un año después, ha llegado a las librerías de España.
Lo bueno de El asombroso legado de Daniel Kurka, también conocido como El secreto de Nikola Tesla, es que es capaz de contar una historia de espías, con unos personajes estupendamente perfilados y con toques de humor, a la vez que avanza en un relato que se detiene en crear una ambientación meditada que nos transporta al Nueva York de otra época.
Esta novela, además, tiene la virtud de atraparte totalmente, sobre todo en su segunda mitad, cuando el ritmo de los acontecimientos se incrementa y los giros argumentales crecen por momentos, manteniéndote pegado a sus páginas.
La narración es uno de los elementos con mayor fuerza del libro, pues encontramos a un viejo Daniel Kurka que le escribe una larguísima carta a su sobrino sobre todos los extraordinarios sucesos que le ocurrieron cuando era joven. De esta forma, el relato del viejo personaje convierte en testigos a todos los lectores de la novela, con un último sentido que se revela al final.
Si eres de esos lectores que disfruta viajando a otras épocas e investigando misterios de la mano de una buena narración, no puedes perderte este viaje.