Em y Finn están encerrados desde hace meses, sometidos a todo tipo de torturas. El mundo más allá de las paredes de su celda es un caos de guerras y destrucción, y ellos son los únicos que pueden solucionarlo. Separados el uno del otro por un muro de hormigón y sin ningún tipo de aliado en el exterior, Finn y Em deberán encontrar la manera de escapar de su prisión y viajar atrás en el tiempo para intentar cambiar el rumbo de la historia... o, mejor dicho, para impedir que cambie.
Mientras tanto (o cuatro años antes; ¿cómo se mide el tiempo cuando puedes viajar en él?), Marina es una adolescente emocionada y nerviosa ante el inminente regreso de James, su vecino, amigo y amor secreto de toda la vida. La noche anterior a que James se marchara, estuvieron a punto de besarse. ¿Qué pasará ahora? ¿Le declarará él sus sentimientos o actuará como si no hubiera pasado nada? ¿Y si todo fueron imaginaciones suyas? La vida de Marina gira en torno a esas preguntas, ignorando los sucesos que se avecinan y que podrían sacudir el destino de todo el planeta a no ser que alguien lo evite a tiempo.
En All our yesterdays se alternan los capítulos de Em y los de Marina. Esto resulta interesante no solo por el cambio en el ritmo de cada historia y en la personalidad de cada narradora, sino también por la forma progresiva en la que el lector irá descubriendo la relación cada vez mayor entre ambas tramas.
La novela se lanza de cabeza a la acción desde el primer capítulo, sin una de esas largas y pesadas introducciones que hacen que el lector pierda el interés. Este comienzo tan directo garantiza un ritmo ágil, aunque a lo mejor puede resultar un poco brusco, pues en las primeras páginas no se entiende muy bien cuál es el problema de Em y Finn, qué pasa fuera, por qué están encerrados ni cómo han llegado hasta ahí. Esta es la primera novela de Cristin Terrill. La autora ha escogido un tema (el de los viajes en el tiempo) bastante complejo de tratar, y lo cierto es que en las normas que ella inventa se pueden apreciar unas cuantas lagunas. No obstante, esos fallos quedan eclipsados por la gran carga de emoción que se mantiene durante toda la novela y que llega a su punto álgido en los últimos capítulos.
De momento no podemos disfrutar de All our yesterdays en español, pero si crees que te defiendes con el inglés, no dudes en acompañar a Em y Finn en su carrera a contrarreloj por salvar el mundo antes de que el tiempo les alcance y les borre del mapa para siempre.