Tras varios años en Toronto, Kaelyn vuelve a la isla que la vio crecer. Allí dejó a Leo, su mejor amigo, con quien tuvo una discusión poco antes de marchar. Ahora, es él quien se marcha al continente y, quizá por despecho o vergüenza, no va a despedirle. Lo que ella nunca llegaría a imaginar es que quizá nunca vuelva a verle. A los pocos días, lo que parece una epidemia de gripe empieza a afectar a los habitantes de la isla. Lejos de mejorar, los síntomas empeoran: picores, fiebre, estornudos, pérdida de la inhibición social, paranoia y, finalmente, la muerte. Ante la imposibilidad de encontrar una cura, el gobierno pone la isla en cuarentena: nadie entra y nadie sale.
Has de saber que Aislados no es una novela distópica ni posapocalíptica. Es una novela realista que relata una situación que podríamos vivir nosotros perfectamente. Veremos la historia a través de Kaelyn, una chica tímida a la que le cuesta relacionarse con al gente. Y será ella quien nos irá explicando, a través de un diario dirigido a Leo, cómo reacciona la sociedad ante la aparición de los primeros brotes de lo que parece ser una enfermedad común y cómo el caos y la enfermedad acaban sacando a la luz nuestros más bajos instintos.
Kaelyn es un personaje fuerte e independiente que, como cualquiera en su situación, comete errores, consiguiendo esa sensación de acercamiento que a veces falla en novelas distópicas. Un personaje que se desmorona cuando los hechos la superan, pero ante los cuales tendrá que hacer de tripas corazón por el bien de su prima pequeña. Pero no solo Kaelyn tiene un papel importante en la novela: los secundarios están muy presentes y son un pilar fundamental para la protagonista, ayudando a reforzar esa sensación de realidad. Sus reacciones y decisiones ante una epidemia como esta son lógicas, aunque algunas sean más o menos cuestionables.
Aislados es el inicio de la trilogía La caída del mundo, cuyo segundo título, The Lives We Lost, saldrá en febrero de 2013 en inglés.
Sin duda estamos ante un buen inicio de saga que los fans de las historias posapocalípticas —aunque esta estrictamente no lo sea— disfrutarán.