Lucas Bilbo es un actor afamado: sale en la principal serie de media tarde, ha rodado varias películas y su carrera está en auge. No siempre ha sido así, pues comenzó en un modesto grupo de teatro de su instituto. Esta fue la época en la que supo a lo que se quería dedicar, pero también una de la que arrastra un terrible secreto.
Todo comenzó con la desaparición de Rut Fábregas, un suceso que volvió del revés a su pueblo durante unos días. Nadie supo adónde había ido: una tarde, se despidió de su madre con tranquilidad para irse a un ensayo. Y ya no volvió a casa. Lo que no todos saben es que Lucas Bilbo se reunió con ella la tarde anterior a su desaparición —pese a no ser muy amigos— y ella le mostró un correo que la mantenía inquieta. Pero Lucas no puede contar nada, esa fue la última voluntad de Rut. De esta manera, el joven actor tendrá que poner a prueba sus dotes interpretativas y ser un auténtico camaleón en los días sucesivos.
Con este libro, Àngel Burgas ha conseguido una historia entretenida, en la que se acerca a la novela negra, a la vez que se le dan unos ligeros toques de thriller, para ilustrar el misterio en torno a la desaparición de una adolescente. De esta manera, se sigue toda una incógnita articulada alrededor del personaje de Lucas. Aunque no se profundiza en la manera en que viven los adolescentes esta situación, en el libro sí que se tratan problemas que afectan mucho a los jóvenes, con una denuncia presente, pero sin afán moralizante.
Una de sus virtudes es que no se adscribe a una narrativa lineal y sencilla. El autor se vale de saltos en el tiempo para ver la historia desde dos ópticas: la del Lucas que lo vive todo en primera persona y la del famoso actor que recuerda lo ocurrido, en una tercera persona. A esto se une una mezcla de géneros, pues las claves que resuelven el misterio de la trama adoptan un formato teatral.
La historia, pese a que pueda ser algo previsible, arriesga en la manera de ser contada y se vuelve tan cambiante como el joven actor Lucas Bilbo.