Si tu padre fuera el excéntrico presentador del Cuarto milenio británico y te hubiera abandonado cuando tenías seis años, quizás su muerte no te resultaría especialmente dolorosa. Si nunca hubiera mostrado el menor interés por ti, quizás lo que más te interesase de él es que te ha dejado seis millones de dólares. Quizás, si fueras Luke Manchett, tú también hubieras firmado cualquier documento que te pusieran delante con tal de hacerte con tu recién heredada fortuna? aunque el documento en cuestión estuviese escrito sobre piel de cabra y no entendieras nada de lo que estabas firmando.
El encuentro con el abogado de su padre es de lo más sospechoso, pero Luke tarda un poco en darse cuenta del grave error que ha cometido. De hecho, no lo entiende hasta que se lo explican unos fantasmas. Literalmente: sus fantasmas. Al parecer, el padre de Luke no le legó solo su dinero, sino también su hueste de ocho espectros. Aunque el Siervo y el Juez son relativamente amistosos, Luke no tardará en conocer al inquietante Hereje, al espeluznante Prisionero y, sobre todo, al Pastor: el fantasma de un nigromante que desea ver a Luke muerto. Y Halloween, para el que solo quedan unos días, es la ocasión perfecta.
13 días a medianoche es la primera novela de Leo Hunt, y en ella demuestra un talento especial para la ambientación. Aunque la historia tiene lugar en el mundo real, la temática fantasmagórica da pie a muchas escenas con un clima de lo más inquietante. Hunt trabaja sobre todo con la tensión, con esa sensación de estar siendo observado por alguien que no puedes ver.
A pesar de que la trama tarda un poco en arrancar, una vez lo hace el ritmo no decae en ningún momento. El argumento es interesante y está bien desarrollado, al igual que la voz de su protagonista, Luke. Aunque se echa en falta alguna subtrama que le dé una vuelta de tuerca a la historia, 13 días a medianoche es una curiosa mezcla de terror e ironía a la que merece la pena dar una oportunidad. ¡Sobre todo en esta época del año!